Filosofía de la Educación y Teoría del Humanismo. Introducción. (1/7)

10.01.2017 15:07

Filosofía de la Educación

y Teoría del Humanismo.

Introducción (1/7)*.

Luis Ignacio Hernández Iriberri**

https://dimensioalidad.webnode.mx/

10 nov 2009.

 

Introducción
 

                                           Este ensayo no podría ser, sino por las mismas razones de su tema y contenido: la filosofía de la educación, fundada en su esencia, en la teoría del humanismo; esto es, como expresión de la humanización del ser humano por el ser humano mismo, para su libertad, con fundamento en la filosofía dialéctico materialista ateísta[a].  Es decir, porque este ensayo es para los seres humanos estudiantes de este curso, con los cuales, yo, ser humano humanizándome contribuyendo a humanizarlos por la simple tarea que se realiza, he compartido estos conocimientos con fundamento en la teoría del humanismo; por excelencia, y en su esencia, ateísta; y, en consecuencia, en el pensamiento filosófico materialista dialéctico.

 

                                           Al ser un ensayo con fines didácticos, desarrolla no sólo un contenido en el tema enunciado en el título, sino explicita el procedimiento lógico de su elaboración como procedimiento hipotético-deductivo de la demostración; por lo demás, aspecto esencial del método científico de la modernidad (en este caso, en la metodología de exposición); es decir, método científico de los últimos cinco siglos, cuyas bases fueron echadas desde la revolución copernicana (siglo XVI) y los trabajos de Galileo (1564-1642) y Kepler (1571-1630), como con los aportes al procedimiento de obtención del conocimiento objetivamente verdadero, por oposición al dogma escolástico medieval; aportados tanto en el empirismo, en el protocolo de sus “Tablas de Comparación”, por Bacon (1561-1626), como en el racionalismo, en el protocolo de las “Reglas del Método”, por Descartes (1596-1650), hasta el protocolo de los “Principios”, de Newton (1642-1727); esencialmente discutiéndose sobre el papel de la hipótesis en el silogismo como procedimiento de la demostración lógica.

 

                                           Por la influencia de Newton, surgió inevitablemente en el período de la Ilustración (básicamente el siglo XVIII) el pensamiento mecanicista en la teoría del conocimiento; pero, al mismo tiempo, las reglas del método científico aportadas por éste, determinaron el proceso de fusión empírico-racionalista en el método científico, y con ello el fundamento dialéctico del mismo.

 

                                           Con Hegel (1770-1831), y su influencia por toda la primera mitad del siglo XIX, el método dialéctico del análisis de las contradicciones (entendido no como contradicciones del pensamiento, sino de la naturaleza opuesta de las cosas, u objetiva), en su forma idealista metafísica de la consideración de los contrarios por su naturaleza externa, por la forma, por el fenómeno, se hace dominante; y para la segunda mitad del mismo siglo, con Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895), la dialéctica hegeliana se invierte haciéndose dialéctica materialista, del análisis objetivo de la realidad objetiva, atendiendo al análisis de las contradicciones por su naturaleza interna, por su contenido, por su esencia, hasta nuestros días.

 

                                           Se explicita, pues, el procedimiento lógico hipotético-deductivo de la demostración mediante la elaboración previa de un silogismo, por el cual se trata de demostrar que, la más alta expresión del Humanismo, es fundamento de la filosofía de la educación en tanto ésta es vía de la libertad en el más elevado carácter ético-estético.

 

Premisa antecedente:

El comunismo y su filosofía materialista dialéctica ateísta, es fundamento de la filosofía de la educación en tanto ésta es vía de libertad en el más elevado carácter ético-estético

 

Premisa tesis:

La más alta expresión del Humanismo, es el comunismo y su filosofía materialista dialéctica ateísta.

 

Consiguiente (hipótesis):

La más alta expresión del Humanismo, es fundamento de la filosofía de la educación en tanto ésta es vía de la libertad en el más elevado carácter ético-estético.

 

                               Asumimos, pues, como marco teórico gnoseológico de este trabajo, el pensamiento dialéctico materialista; mismo que en su parte temática se refiere a la teoría del humanismo en su concepción clásica renacentista, profunda y esencialmente ateísta; y en su parte especializada, a la educación con un fundamento sociopedagogista.

 

                                           En cuanto a la estructura de este documento, exponemos en un primer apartado los argumentos acerca de nuestros fundamentos teóricos en los cuales se sustenta todo lo demás dicho.  Luego, en un segundo apartado, nos referimos a lo que no somos, a la argumentación demostrativa de lo que consideramos una vía equívoca del conocimiento; es decir, a la refutación de la posición contrapuesta[b].

 

                                           Finalmente, entre el tercer y quinto apartados, se vierten los argumentos demostrativos de cada una de las premisas del silogismo antes enunciado, verificando la hipótesis: el que el Humanismo y su contenido ético-estético, es el fundamento de la filosofía de la educación como vía hacia la libertad; y con ello, dialécticamente a su vez, demostrando la tesis sustentada: el que la más alta expresión del humanismo, es el comunismo y su filosofía dialéctico materialista ateísta.

 

 


*      Ensayo didáctico para el curso “Filosofía de la Educación”, I Cuatrimestre, de la Maestría en Educación, CESUM, abril-mayo de 2008 (con su actualización a agosto de 2009.  Artículo publicado originalmente en el Blog:  https://espacio-geografico.over-blog.es (dañado por represión oscurantista desde el Servidor, a mediados de 2014).

**    Geógrafo, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Maestría en Educación Superior, y estudios del Doctor en Filosofía, por el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos (CIDHEM).

[a]    Por dialéctica se entiende el sistema y método filosófico por el cual todo proceso se reconoce como una unidad de opuestos que contienden entre sí (en este caso, la unidad de opuestos entre el empirismo y el racionalismo).

[b]    En nuestra interpretación de las cosas, debe entenderse por objetividad, el reflejo cada vez más fiel de la realidad de mundo de los objetos materiales.  Así, ese intento se hace desde distintas posiciones o interpretaciones filosóficas (consciente o inconscientemente) asumiendo cada una, el constituirse en la que más fielmente interpreta la realidad del mundo.  En ese sentido, en nuestra manera de ver las cosas, no debe confundirse la objetividad en el conocimiento, con una pretendida posición neutral, que en el fondo no existe.  La pretendida posición neutral es, por principio, una negación explícita a la refutación, planteando indiferentemente la negación implícita de todo lo que no es esa misma posición.  Objetividad es atenerse a los hechos, independientemente de nuestros deseos, de nuestras ideas o subjetividad; y ello no niega la posibilidad, sino más aun la impone, de la refutación de las tesis que se juzguen erróneas.