Teoría del Conocimiento y la Educación. El Pseudomecanicismo

27.06.2015 17:42

 La Teoría del Conocimiento y la Educación.

El Pseudomecanicismo.

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensionalidad.webnode.mx

 21 jun 15.

 

c)  El Pseudomecanicismo.

 

                                               Si la ideología del llamado “posmodernismo” es el rechazo de conjunto de ese otro momento de la historia, del cual, por oposición, surge, conocido como la modernidad, formado éste por los períodos del Renacimiento (ss.XV-XVI), y la Ilustración (ss.XVII-XVIII); ese “posmodernismo”, entonces, rechaza con ello, y así lo hace abiertamente sin la menor reserva, todos los aportes de tal época, en esencia: la ciencia y su método (aporte de la Ilustración); y el humanismo, como el respeto a la dignidad y valor de la personalidad humana (aporte del Renacimiento).

 

                                               Pero esa ideología “posmoderna”, al lanzar su ataque tanto a la ciencia como al humanismo, al mismo tiempo, con ello, se lanza contra el marxismo o dialéctica materialista (la filosofía del proletariado), que gnoseológicamente se identifica con la ciencia y su método; contra el humanismo, cuya expresión fundamental despliega las relaciones morales, objeto de la ética; como de la relaciones sociales en el desarrollo armónico del individuo en el libre desarrollo de sus habilidades y capacidades creadoras, objeto de la estética.

 

                                               De este modo, donde el “posmodernismo” incide con particular importancia, es en el ámbito de la educación, y no sólo con el fundamento psicopedagógico (relativo al individuo y el inconsciente), que distorsiona el fenómeno social ético-estético y de los procesos conscientes de la educación, sino, incluso, con la omisión en dicha formación ético-estética, o por lo menos, con la confusión de ésta, reducida a la práctica tanto de “hábitos cívicos” por una parte, como, por otra, a las “actividades artísticas”; en vez de promoverse la enseñanza de la Ética y de la Estética sistemáticamente en sus fundamentos teóricos, tal como se hace con cualesquier otras ciencias, tanto naturales como sociales.

 

                                               Más aún, promoviendo la teoría psicopedagógica en la denominada “Pedagogía Crítica”, de Henry Giroux, en las posiciones de falsa bandera del llamado “neomarxismo”, o filosofía del superestructuralismo; por demás, teoría pedagógica que creemos está en el proyecto de la Reforma Educativa actual en México, con la cual se dejaría atrás la actual pedagogía constructivista fundada en el idealismo subjetivo de la fenomenología de Kant, por lo cual el aprendizaje se da cuando el sujeto “objetiviza” el “constructo” de la “idea innata trascendida” (o “conocimiento previo”), dando “significado de existencia” (de donde el “aprendizaje significativo”), a los objetos singulares de la realidad.

 

                                               Para el autor de la “pedagogía crítica”, “nace la escuela como principal formadora, la cual, sin embargo, se desvía de su fin último al centrarse, como lo afirma Giroux, en la socialización de los alumnos para ser aceptados en la sociedad y no en su formación como seres humanos capaces de tomar sus propias decisiones, contrariando así el pensamiento Kantiano[1].  En el plagio de banderas para confundir, Giroux se refiere a la “educación popular”: “A esta educación se le conoce como popular debido a que debe ir estrechamente ligada a las realidades sociales, tanto urbanas como rurales, y así conducir a la concientización de los educandos al ayudarles a enriquecer su saber empírico previo con uno más crítico y menos ingenuo, (un saber) que les permita enfrentarse a explicaciones deterministas y fatalistas del mundo para cuestionarse sobre ellas, tomando así un aposición característica del postmodernismo[1] radical progresista, el cual lucha contra toda certeza muy segura de su certeza y permite tener una visión verdaderamente dialéctica del mundo y la historia humana[2].

 

                                               Con la “pedagogía crítica”, ahora, fundada híbridamente entre la fenomenología del idealismo subjetivo, y un aparente materialismo mecanicista (que en realidad desemboca incluso en la metafísica), aún en calidad de teoría psicopedagógica, se presenta más sutilmente aún que el constructivismo, como aparente teoría educativa científica, en tanto acepta el conocimiento como el “reflejo objetivo”, aun cuando no de la “realidad objetiva” como tal, existente fuera e independientemente del sujeto, sino como una “realidad cualificada” por el sujeto y aprehendida subjetivamente, de modo que, ahora, no son las ideas las que adquieren “significado de existencia” al “objetivarse” en la realidad amorfa (como en el constructivismo); sino que es la “realidad amorfa” la que, “cualificada” por el sujeto, adquiere existencia en sus objetos singulares, y sólo adquiere existencia en sus objetos singulares, en las ideas, como conocimiento aprendido.  La pedagogía crítica, pues, es una especie de “trascendentalidad” kantiana a la inversa.

 

 

Teoría del Conocimiento “posmodernista” “neomarxista”, o del “superestructuralismo” de la Escuela de Frankfurt.

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                                               El planteamiento superestructuralista de esa filosofía “posmodernista” de falsa bandera del llamado “neomarxismo”, es, pues, el fundamento gnseológico del proceso de “doma de la condición humana”, por la cual no sólo se anula el pensamiento científico y su método y con ello su capacidad intelectiva racionalista, sino, en ese proceso de alienación social a través de la educación, esos fundamentos psicopedagógicos del individuo y el inconsciente, que reducen al sujeto al individualismo extremo, se aniquila la identidad misma del ser humano, por excelencia, un ser social.

 

                                               De ahí que nada interese más a esta posición del capital, reaccionaria, burguesa, que esa omisión y tergiversación de la educación moral y de la capacidad creativa y percepción de lo bello; es decir, de la educación ético-estética.

 



[2]     Ibid; tomado de:  Giroux, H; Lessons From Paulo Freire; en “Chronicle of Higher Education”; 2010. (subrayado nuestro).