Sujetos de Aprendizaje y Psicopedagogía. el Sujeto de Aprendizaje Histórico-Cultural (3/)

18.09.2015 15:17

Sujetos de Aprendizaje y Psicopedagogía.

El sujeto de aprendizaje histórico-cultural.

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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18 may 15.

 

1  El sujeto de aprendizaje histórico-cultural.

 

                                               La introducción de la psicología en la educación a fines del siglo XIX, planteando el problema de la valoración de una conducta ya no moral, necesariamente consciente (de comprensión de la realidad y de los propios actos en ella), sino de la conducta “pulsiva” o inconsciente en el estudiante, llevó al psicólogo Vygotsky al desarrollo teórico de un “sujeto histórico-cultural”; es decir, de un sujeto que si bien estructuralmente (por las condiciones económicas), parecía ser histórica y objetivamente determinado, según el principio de la teoría de Marx de que “es el ser social (el ser que transforma la realidad en la producción social) el que determina la conciencia social”[1], para Vygotsky, influían en él, más que la lucha de clases o las condiciones de un modo de producción, los factores superestructurales (la cultura, las formas de la conciencia como la ciencia, la religión, la teoría política, lo jurídico, la valoración estética).  Así, en la teoría “histórico-cultural” de Vygotsky, se eludía o atenuaba la necesidad de la conciencia de la lucha de clases y condiciones de explotación de un modo de producción dado, como condición para la transformación social; en ella, en consecuencia, el sujeto de aprendizaje era sutilmente condicionado a ser exclusiva y eminentemente reproductor del orden de cosas.

 

                                               Para Vygotsky, el sujeto, y en particular el “sujeto de aprendizaje histórico-cultural”, es pues, una determinación básicamente de las formas superestructurales de la conciencia social, y no de las condiciones estructurales o materiales de vida, como lo planteara Marx.  Establecida así la determinación del sujeto de aprendizaje, con ello Vygotsky dejó de lado la determinación socio-histórica, y aproximó al sujeto a una determinación psicológica; en el error evidente de dicho autor, de identificar psique y conciencia; esto es, de identificar la interacción del sistema nervioso superior en el mundo circundante (el proceso natural de la relación sujeto-objeto), con el reflejo de ese mundo en el cerebro en forma de representación o comprensión (el resultado de la relación sujeto-objeto).  En consecuencia, el “sujeto histórico-cultural” de Vygotsky, no es una categorización objetiva, sino una elaboración subjetivista, en la que el sujeto de aprendizaje ha de formarse, no a partir de la comprensión del mundo objetivo, sino de las condicionantes de un mundo subjetivo propio de las formas de la conciencia social.

 

 

2  El “sujeto de enseñanza”, y el “objeto de conocimiento”.

 

                                               Un sujeto es el que aprende (el estudiante), y otro sujeto es el que enseña (y no sólo el docente, sino toda una institucionalidad educativa que se resuelve en “la escuela”), de modo que el “sujeto de enseñanza”, no es ya un individuo, sino un ente colectivo.

 

                                               El sujeto de enseñanza es el que tiene a su cargo, pues, la formación del sujeto de aprendizaje; ya de acuerdo con los preceptos de una teoría sociopedagógica, o bien psicopedagógica.  Y en México, la formación sociopedagógica dominó hasta 1940, en que, bajo las ideas del conductismo (behaviorismo), la política educativa de una “educación nacionalista”, introdujo la teoría psicopedagógica.

 

                                               Por setenta y cinco años ya, en México, la educación ha sido sobre la base de la teoría psicopedagógica, sustento de la llamada “Nueva Educación” formalizada internacionalmente a partir de 1921.  Acaso en los años setenta del siglo XX, los proyectos de una educación en el pragmatismo (Colegio de Bachilleres, SEP), o una educación en el estructural-funcionalismo (Colegio de Ciencias y Humanidades, UNAM), no parecieran directamente psicopedagógicas, no obstante las clasificamos como tales, al compartir en común los fines instrumentalistas.

 

                                               Hasta 1940 dominan las teorías sociopedagógicas del positivismo (1867-1912); racionalista (el proyecto de la educación anarquista, 1912-1934); y algo que pretendió ser una educación socialista en la teoría dialéctico materialista inherente a ella (1934-1940).

 

                                               Las teorías o modelos pedagógicos particularmente dentro de esa determinación psicopedagógica, en las que incluimos al pragmatismo y al estructural-funcionalismo,  han sido: 1) el conductismo (1940-1970); y 2) el pragmatismo (1970-y con rigor hasta 1980); el estructural-funcionalismo (1970-y con rigor hasta 1980); el constructivismo (1980 al presente).

 

                                               En estas teorías pedagógicas, aparte de unos propósitos formativos en forma y contenido, y una didáctica o procedimientos para dar dicha formación, hay un “objeto de conocimiento” que le determina.

 

                                               El “objeto de conocimiento” inmerso en cada teoría pedagógica, puede quedar enunciado de la siguiente manera:

 

1           Positivista, Comte, 1878: la descripción ordenada y exhaustiva (enciclopédica) de la realidad objetiva.

2           Racionalista (como uso de la razón), Francisco Ferrer Guardia, anarquismo: la formación humanista 

           (voluntarista) del individuo en el proceso del conocimiento científico de la realidad objetiva.

3           Dialéctico Materialista, Makarenko, 1917, socialismo: la formación ético-estética del individuo en el 

             proceso del conocimiento científico de la realidad objetiva.

4           Conductista, Watson, 1913; Skinner, 1934): las causas y consecuencias de los cambios de conducta en el 

             individuo, ya por estímulo-respuesta (Watson), ya por una enseñanza lineal programada (Skinner), como 

             indicador de la obtención de un aprendizaje.

5           Pragmatismo, Pirce, 1878; James, 1907; Dewey, 1899: las técnicas y herramientas (instrumentalismo), 

             para resolver, no por la verdad objetiva, sino por la utilidad práctica del conocimiento.

6           Estructural Funcionalismo: los fines a que va dirigido un orden dado de los elementos del sistema.

7           Constructivismo, Vygotsky, Ausubel: los métodos y técnicas de “aprendizaje significativo” en que el 

             individuo conozca por sí mismo, en la medida en que sus “constructos” (o “conocimientos innatos” 

             trascendidos), dan significado de existencia al mundo objetivo.

8           Crítica, Henry Giroux, Peter McLaren: variante pseudomecanicista del constructivismo (fenomenología), 

             por la que no son los “constructos” del “conocimiento innato” (o previo) trascendidos –como en el 

             constructivismo–, los que revelan el aprendizaje en la “objetivación” de las ideas, dando el “aprendizaje 

             significativo” por el “significado de existencia” a los objetos singulares de la realidad; sino que se acepta el 

             reflejo objetivo de una realidad objetiva, pero en donde, ahora, no son las ideas las que adquieren 

             significado de existencia en esa realidad, sino que es la realidad “cualificada por el sujeto” o subjetivada 

             en su percepción (ya no la realidad plenamente objetiva), la que adquiere existencia, y sólo adquiere 

             existencia, en las ideas, revelando el conocimiento aprendido.

 

                                               De los anteriores enunciados pueden extraerse las propiedades que sintetizan los objetos de conocimiento de cada teoría pedagógica, según su esencia, en la siguiente tabla:

 

 

                                               De dicha tabla se concluye que el objeto de conocimiento de las teorías pedagógicas en su sucesión histórica en México desde 1867, es; 1) en cuanto a la teoría sociopedagógica: que destacan cinco propiedades fundamentales; a) la educación moral; b) la ciencia; c) el método de la ciencia; d) el conocimiento objetivo de la realidad objetiva, y e) el pensamiento lógico; 2) por parte de la psicopedagogía: destacan otras cinco propiedades fundamentales: a) la educación en los métodos en general; b) en las técnicas en general; c) en las herramientas; d) en los indicadores; y e) las “competencias” (en última instancia, las capacidades de elaborar o trascender “constructos” de “aprendizaje significativo”, o sea, con los cuales se da “significado de existencia” a los objetos de la realidad; 3) que las teorías sociopedagógicas más destacadas por un más completo objeto de conocimiento, han sido, la teoría racionalista (anarquista), y la teoría dialéctico materialista (socialista); 4) que la teoría psicopedagógica más destacadas por un más completo objeto de conocimiento, ha sido la teoría del constructivismo; y 5) mientras que en la sociopedagogía destaca el conocimiento objetivo de la realidad objetiva, en la psicopedgogía destaca el conocimiento subjetivista de las técnicas y herramientas, o lo que se conoce como instrumentalismo.

 

 


[1]        Marx-Engels; La Ideología Alemana; 1845; Ediciones de Cultura Popular; México, 1977; p.26.  Dicha tesis es aquí expuesta por primera vez enunciada como: “No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia”.