Reflexión Político-Social, Julio 2019:

26.07.2019 15:10

Reflexión Político-Social, Julio 2019:

Luis Ignacio Hernández Iriberri

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                                 Operaciones conjuntas de patrullaje Rusia-China en el Mar de Japón, operaciones conjuntas de patrullaje Rusia-China-India en Pacífico Sur e Índico; Bombarderos rusos patrullando el Mar Báltico, China anunciando estar dispuesta a la guerra por la desestabilización política en Taiwán, y en todos los casos, aviones caza de la OTAN vigilándolos de cerca (sólo en el caso de los bombarderos rusos del Mar de Japón, cazas de Corea del Sur les dispararon bengalas); por su parte, Estados Unidos-Japón-Australia, en maniobras conjuntas en el Pacífico Sur, Estados Unidos-Gran Bretaña, en patrullajes en el Índico y Golfo Pérsico y aviones espías en Venezuela, y, aun cuando la Unión Europea declinó involucrarse, Estados Unidos le ha hecho la “invitación” a sumarse a la coalición de ocupación del Golfo Pérsico, etc;  Estados Unidos (Trump) diciendo que a Maduro le queda poco tiempo, y Venezuela ejecutando maniobras conjuntas con Rusia.  Y todo ello, en la predicción de todas las fuentes autorizadas, de una recesión internacional para el 2020.

 

                                 No obstante, julio ha sido una especie de “mes apagado”, de estancamiento, de “calma que antecede a algo”, reflejo de haberse alcanzado un punto límite en una amplia diversidad de aspectos: desde la guerra internacional, hasta el contacto con alguna otra civilización extraterrestre, pasando por las desilusionadoras expectativas de la “Cuarta Transformación de la República” en México que cada día no pasa de ser sólo una “4t”.  La tendencia de agudización de los conflictos sigue siendo la misma, tanto en el mundo como en México, en donde se van cumpliendo las fases de desestabilización política y Krauze propone a Cárdenas la creación de un "Frente Antirreelecionista", y ahora los evangélicos van por más y quieren que se modifique la ley de organizaciones religiosas para poder participar como tales en política, el Congreso de la CDMX cedió el Auditorio “Benito Juárez” para que una Universidad privada otorgara un “Honoris Causa” a Laura Bozzo, y se cancela el apoyo a las Mipymes para la instalación fotovoltaica, a la vez que se echa a andar la construcción de la refinería de Dos Bocas, con todo lo cual, la “4t” avanza a pasos agigantados

 

                                 En una reflexión anterior habíamos llegado a la conclusión del inicio de una nueva época oscurantista, y toda nuestra reflexión posterior producto de los hechos, no hace sino confirmarlo; desde el atolladero económico y político internacional, hasta el rompimiento de la laicidad con la “4t” como contrarreforma juarista, burdamente justificada como una especie de obligada nueva “etapa postsecularista”, no sólo en México, sino mundial (confirmación del nuevo periodo oscurantista en marcha), que irrumpe ahora ya no como dominio doctrinal católico que se intentó con su proyecto de la “Teoría de la Liberación” desde principios de los años setenta; sino como dominio doctrinal protestante, y, como tal, un summum del esfuerzo de los evangelistas “Institutos Lingüísticos de Verano” fundados en Estados Unidos en 1934 e introducidos en México  ya desde 1935 con el beneplácito de Lázaro Cárdenas mismo; más tarde, en los años setenta, denunciados por su labor alienante para con las comunidades campesinas, de espionaje y de control social; todo ello no más que psicología social aplicada como forma de control social y político, particularmente en los pueblos de una América Latina que se agitaba, primero, dada la Revolución Socialista en Rusia de 1917, y luego, más peligroso aún para el capital imperial, dada la Revolución Socialista en Cuba de 1959-1961, y su consolidación contra todo el poder imperialista en el curso de los años sesenta.

 

                                 El riesgo inmediato para el imperialismo fueron los movimientos guerrilleros entre las comunidades rurales, desde los levantamientos armados en resistencia contra la intervención estadounidense, como en el caso de Cesar Sandino en Nicaragua a fines de los años veinte, hasta los de Rubén Jaramillo, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y los hermanos Gamiz en México durante los años sesenta.

 

                                 Pero esa lucha campesina, del ámbito rural, se trasladó al ámbito urbano en las luchas proletarias de los movimientos sindicales de obreros petroleros y ferrocarrileros, entre otros, dados en México a fines de los años cincuenta (siendo de manera semejante en América Latina); y ello hizo que el capital monopolista internacional moviera nuevas piezas en el tablero: tuvo lugar entonces el Concilio Vaticano II, y tras él, la formación de la católica “Teología de la Liberación” (incluso con expresiones de ideología marxista), y poco después, reprimidos los movimientos campesinos, reprimidos los movimientos obreros, reprimidos los movimientos estudiantiles, ahora, en el fragor de las luchas populares generalizadas, aparece la llamada “Investigación-Acción”, más tarde complementada como “Participativa”, una estrategia de organización social y política sutilmente disfrazada de “nueva metodología social de investigación científica”, eficaz para el actuar político tanto en el medio rural como urbano, de una sociedad más culta y preparada.

 

                                 En su momento, en las luchas sociales de los dos primeros tercios del siglo XX, la burguesía recurrió a la alienación del proletariado mediante los adoctrinamientos protestante y católico (al mismo tiempo infiltrándolos mediante esa organización religiosa para su control social y político); ahora, desde el último tercio del siglo XX al presente, la burguesía ha recurrido para esa organización social y política de control de los diversos movimientos sindicales, populares y de masas, a la sutil estrategia de la “investigación científica” en una supuesta nueva metodología de ésta: la “Investigación-Acción Participativa” propuesta a principios de los años setenta, con un fundamento gnoseológico no explícito en el racionalismo crítico de Karl Popper en donde, con un revisionista fundamento en el marxismo, identifica a la ciencia de la modernidad (y discretamente al materialismo dialéctico identificado a su vez con la ciencia), con el positivismo, y rechazando a éste, desconoce a aquella.  Haciendo la identidad entre el sujeto y el objeto, anula la dialéctica de la relación entre lo abstracto y lo concreto, como entre lo empírico y lo teórico; y, primero rompe la dialéctica dada en la indisoluble unidad de los opuestos, y luego los yuxtapone y une con la argamasa de la “praxis”; y cuando en la metodología científica se entiende que del esfuerzo del conocimiento surge el saber, en la IAP, inversamente, se recurre al empirismo anticientífico del subjetivista “cuerpo de conocimiento humano”, como fuente del saber, a partir del cual se hace el conocimiento; y con todo ello, finalmente, se despoja la proletariado de la ciencia y su método como herramienta y arma para la real acción transformadora de la realidad, sustituida por “las cuentas de vidrio” de la “IAP”, que, ante una lucha comunista ferozmente reprimida y desintegrada, esta propuesta ahora, organiza y revuelve, pero que, con beneplácito del Estado, en cincuenta años sólo ha organizado y revuelto, en una nueva forma de adoctrinamiento y control social.

 

                                 Todo ello nos ha sido útil para complementar la caracterización de la historia política y social del siglo XX y lo que va del siglo XXI, con esta nueva determinante en las influencias ideológicas y de organización política y social de los pueblos de México y América Latina; y, más aún, para poder vislumbrar las perspectivas a un inmediato futuro, dada la fuerte influencia de esta corriente ideológico-política que habrá de subsistir, enraizada en las posiciones revisionistas del “nuevo marxismo” en el “racionalismo crítico”, en el “marxismo crítico”, e incluso en los “posmodernos” “pensamiento crítico” y “pensamiento complejo”: el que un pesado manto negro se abate lentamente sobre nosotros, en un momento histórico en el límite de las más difíciles circunstancias, cuando, tras el Informe de la ONU del límite de la Tierra a partir del 2050, han aparecido los conceptos de agotamiento del suelo destruido por insecticidas, de anulación de la polinización por la extinción de las abejas, la extinción de un millón de especies para el 2020, y lo último: el “Día del Sobregiro del la Tierra”, no como una aniversario, sino como el punto límite de agotamiento de los recursos naturales disponibles en un año, para sostener a la sociedad humana (el que la demanda supera la oferta), que comenzó a reducirse a partir de 1970 y hoy ha estado ya, en general, en este mes de julio; aun cuando para algunos países como Estados Unidos, su límite se alcanzó en marzo (y donde México tendrá su límite para el 17 de agosto; todo ello según la fuente: Global Fotoprint Network), de modo que el llamado está en que le quedan 18 meses a la Tierra para ponerse en el límite en el cual tiene que empezar a ser considerado el no-retorno.

 

                                 Ante todo ello, la burguesía no acierta a recomendarnos más allá de que “clasifiquemos la basura”, de que “no usemos tanto el automóvil particular”, de que “apaguemos un foco”, y un rosario de sandeces, cuando la solución esencial está en el cambiar el modo de producción, de un modo capitalista en el que absolutamente todo es mercancía y en ello los recursos naturales son objeto de economía especulativa y depredadora, a un modo de producción socialista (que a todos espanta).  Vayámonos a echar un trago en la brisa debajo de una palapa, como lo mejor que se puede hacer, en lo que para agosto o septiembre, dada las tendencias, podría estallar la Tercera Guerra Mundial (ciertamente moderada, nada de qué preocuparse).