Qué Diferencia hay Entre "Hechos y Fenómenos" Geográficos

30.03.2015 15:03

Qué diferencia hay entre

“hechos” y “fenómenos” geográficos

 

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri

 

https://dimensionalidad.webnode.mx/,

septiembre, 2009.

 

 

                                               Viejo, ingenuo, y agnosticista enunciado de una geografía propia de los profesores positivistas de fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX; hace mucho superada, desde los años setenta (o que así debería haber sido).  ¿Acaso puede haber una diferencia entre un “hecho” y un “fenómeno”?  Ninguna (ese es un artilugio propio de una Geografía con fundamento positivista ha mucho, superada); todo “hecho” constituye a la vez un “fenómeno”; todo “fenómeno” es, a la vez, un “hecho” en el mundo material.  La antigua geografía decimonónica de los profesores de Geografía de la Enseñanza Básica, los egresados de la Normal Superior, gustaban de elucubrar con ese “complejo” dilema, de un positivismo limitado a describir, y se preocupaba por considerar el “hecho” como lo estático; y el “fenómeno” como lo que se mueve.  Pero debemos preguntar:  ¿En verdad, aún esto se discute en las aulas universitarias en la enseñanza de la Geografía?!  Dejemos esas trivialidades atrás, lo único realmente importante de ello, es que aún se siga planteando, pues revela nuestro atraso científico en Geografía.

 

                                               No obstante, la diferencia que hay entre “Hechos y Fenómenos” geográficos, planteado en términos de la teoría del espacio, plantea uno de los problemas más esenciales en la ciencia de la geografía, y, sin embargo, insuficientemente planteado.

 

                                               El problema es la omisión que el geógrafo hace de los fundamentos filosóficos, y cuando este problema se replanteó una vez más hacia el primer tercio del siglo XX, la influencia del positivismo, particularmente en México, era grande, y el problema quedaba planteado de una manera simplista.

 

                                               No fue sino hasta mucho después, cuando estudiamos los aportes de Miguel Enrique Schulz, dados en los fundamentos del empirocriticismo, nos dimos cuenta de que dicho problema tenía su razón de ser y su propia complejidad.  No era un artificio positivista; como parecía presentarse por los profesores en México, que no entendieron el planteamiento retomado de Hettner por Jorge A. Vivó; sino una forma de dilucidar ese problema esencial en geografía entre el espacio y los fenómenos, donde los “hechos”, representaban esa propuesta de tratamiento de las propiedades espaciales.  Al republicar este artículo, hemos agregado esta actualización.