Materialismo Dialéctico, la Ciencia y el Método de la Ciencia…; ¡ah, y otro asunto: la conciencia del compromiso social y político del individuo! 6) análisis concreto de la situación concreta
Materialismo Dialéctico, la Ciencia y el Método de la Ciencia…;
¡ah, y otro asunto: la conciencia del compromiso social y político del individuo!
6) análisis concreto de la situación concreta.
Luis Ignacio Hernández Iriberri.
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(11 ago 19)
La aplicación del materialismo dialéctico en el proceso de investigación en el caso del docente de educación básica actual en México, que no ha sido formado, como en el caso del universitario, para la investigación (sino sólo para la aplicación de una normatividad dada incuestionable), se desdobla en formas: 1) en la condición de necesidad de una conciencia en el compromiso y responsabilidad social; y 2) en la necesidad de una profesionalización docente en la que una educación científica no se entienda sólo por la enseñanza de las ciencias tanto naturales como sociales, ni por sustentarse en una teoría filosófico-pedagógica científica, sino, esencialmente, por una educación en la ciencia; es decir, una educación dada por el docente en la investigación científica con el método de la ciencia de la modernidad, tanto en la capacidad de ser elaborada por el docente, como de traducir el método de la sistematización del conocimiento científico en la didáctica adecuada para el aprendizaje de ello mismo por el educando.
Se discuten dos vías para ello: 1) la aplicación del método de la “Investigación-Acción Participativa” (IAP), que, como hemos visto en artículo anterior, tiene sus antecedentes con Kurt Lewin en 1947 al fundar en Estados Unidos el “Laboratorio de Formación Nacional”, como una capacitación para mejorar las relaciones laborales y la mercadotecnia, basado en la psicología social conductual y Gestalt. La idea es reproducida por Paulo Freire en los años sesenta en el ámbito de la educación popular, y luego sistematizada como el método de “IAP” (1970), entre muchos otros, por Orlando Fals-Borda en América Latina.
Todos sus autores, sin reserva alguna, parten de declarar que dicho método surge como alternativa y por oposición a un obsoleto e insuficiente método de la ciencia de la modernidad (que falsamente asocian exclusivamente con el cientificismo positivista), en donde el arrogante investigador del cientificismo positivista es generalizado, sin hacer mención alguna al caso del marxismo; y plantean en sus fundamentos gnoseológicos una amplia diversidad simultánea de fuentes filosóficas, todas en el campo del idealismo subjetivo, y en particular, los fundamentos gnoseológicos de la “filosofía de la superestructura” y su “teoría crítica”; y 2) la aplicación del método de la ciencia de la modernidad, que, por su parte, a su vez como hemos demostrado a lo largo de este trabajo, va dando lugar sobre la base de un pensamiento materialista y dialéctico, a una dialéctica del conocimiento que culmina con Kant y Hegel en su forma idealista, y que es convertida a una dialéctica materialista con Feuerbach, Dietzgen, y finalmente Marx y Engels, que al llegar a Lenin, dichos fundamentos gnoseológicos dialéctico materialistas se identifican ya y se hacen una sola cosa, con el método de la ciencia surgido a lo largo del Renacimiento y la Ilustración, es decir, en a época de la modernidad. En los procedimientos de investigación de Marx, Engels y Lenin, se pone en evidencia que no es generalizable esa “arrogancia” propia del científico positivista, como lo hemos hecho ver. Así, “dialéctica materialista” y “método de la ciencia”, son un para de categorías que en su identidad forman una indisoluble unidad en la que el método de la ciencia se generaliza y sintetiza en la dialéctica materialista, tal como la dialéctica materialista se despliega en las particularidades del método de la ciencia moderna.
Así, en nombre de la brevedad y para simplificar, analizaremos cada método a partir de su propia explicación diagramática.
Para el caso de la “IAP”, encontramos dos diagramas que generalizan la idea de su planteamiento. Uno de ellos consiste en un hexagrama de círculos que conceptúan los aspectos que la integran: 1) sus fases (acción, observación, investigación, evaluación); 2) objetivos (compromiso comunitario, toma de decisiones); 3) bases (ontología del conocimiento, epistemología, la relación sujeto-objeto); 4) características (positividad, colaboración, registro, problematización, análisis crítico); y, 5) conceptos (método de investigación y aprendizaje colectivo mediante el análisis crítico).
El otro diagrama de la “IAP” muestra una espiral dividida en cuatro cuadrantes, en donde se va de la acción a partir de las necesidades, a la observación; y de ésta a la reflexión sobre la situación y la toma de decisiones; para, finalmente, pasar a la planificación con las interrogantes y distribución de participantes.
Para el caso del método de la ciencia de la modernidad, éste se representa en un diagrama de flujo en el que se va de lo desconocido a lo conocido, de lo general a lo particular, y de lo simple a lo complejo.
Del método de la “IAP”, comentando sus generalidades por lo expuesto en sus diagramas explicativos, vemos que en sus fases, el concepto de “investigación” podría suponer los procedimientos de descripción, explicación, análisis y síntesis, lo cual cabe pensar que no es así, puesto que ello haría de la “IAP” el mismo método de la ciencia de la modernidad (que implica además, los métodos de relación causal, la medición, y más aún, la elaboración lógica del método hipotético-deductivo, etc), de manera que resulta un concepto muy ambiguo que amerita explayarse. En sus objetivos, se establece lo que de suyo está enfáticamente en la formación docente de educación básica: el compromiso comunitario, que se analiza incluso en cursos y prácticas de “Técnicas de Vinculación con la Comunidad” (es decir, que no necesita del método de la “IAP” para resolver en lo que ya está entrenado. En la fase de sus bases, se establece que en la “IAP” desaparece la relación sujeto-objeto como dos cosas diferenciadas, y en ella, el sujeto es idéntico al objeto; y para más, como el “objeto” se identifica absurdamente con las cosas materiales tangibles, la relación final que se establece es la de sujeto-sujeto; lo que da lugar a una teoría del conocimiento empírico-criticista (en donde los procesos de abstracción y teorización lógica hipotético-deductiva no existen tanto por definición gnoseológica, como por contravenirse con el método de la ciencia de la modernidad).
Luego, en la fase de sus características, no hay en ello nada que no esté considerado en los procedimientos de la metodología de la ciencia que dicen superar; y en la fase última, de los conceptos, se vuelve a mencionar el “método de investigación”, que se supone es lo que se explica en los diagramas y en consecuencia habría qué ver qué se entiende por ello; en donde el “análisis crítico” propio del método de la ciencia de la modernidad como el procedimiento lógico hipotético-deductivo (entendiendo lo “crítico” como el kriterión, o sea, como los juicios de las premisas del silogismo), no se aclara si es igual al de la modernidad, que rechaza, o si lo “crítico” se refiere a la “crítica de la razón” kantiana, más en la consistencia lógica de sus fundamentos gnoseológicos.
Respecto del método de la ciencia de la modernidad, sólo resta decir que éste constituye una identidad con el pensamiento materialista y dialéctico de todos los tiempos, que culmina en la unidad dialéctica con los fundamentos gnoseológicos del marxismo o materialismo dialéctico como filosofía única. Esta es, como hemos dicho antes retomando el pensamiento de Marx y Engels, esencialmente un método a aplicar a la realidad para su entendimiento y transformación. Y sobre la base del principio de que la dialéctica es a su vez, teoría del conocimiento y lógica, como esto último constituye el método de investigación científica, cuya exigencia última es su socialización mediante los trabajos amplios de divulgación científica, en la enseñanza escolar, y en la solución de los problemas sociales como colectivización de la ciencia.
Aquí hay una exigencia especial para el que se asume como investigador (que en lo absoluto es o ha de ser un “arrogante” cientificista de cubículo de la ciencia “oficial” institucional), y, esto es, el que luego del trabajo colectivo y social en la realidad objetiva (en la naturaleza o en la sociedad), en forma individual, habrá de hacer un esfuerzo de abstracción y teorización en su trabajo metódico y sistemático, desde la rutina de las técnicas de investigación documental, hasta la elaboración lógica demostrativa en la síntesis (por lo demás, en lo cual se rompe con el falso ciclo empirista de la “acción a la observación, y de ésta a la reflexión y planificación, para volver a la acción”, donde la “reflexión”, incluso colectiva, se reduce a la compartición empírico-concreta de la experiencia).
Será con ello, y solamente con ello, que, en plena consistencia lógica de los fundamentos gnoseológicos con el método de la ciencia de la modernidad, el docente aprenda a investigar científicamente, para luego poder estar en posibilidad de traducir esa experiencia en una divulgación y formación en la ciencia en la labor comunitaria como en forma didáctica, formando a sus educandos en la ciencia, de tal modo que éstos sean capaces de reproducir lógicamente los procedimientos. Entonces, y sólo entonces, como condición lógica objetiva del vínculo dialéctico de la ciencia y sus fundamentos gnoseológicos en el materialismo dialéctico.