Los Costos del Intelecto. Primera Parte.

05.09.2019 15:59

Los Costos del Intelecto.

Primera Parte.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensionalidad.webnode.mx/

(28 ago 19)

 

                                 La investigación en la ciencia, se divide en tres campos: 1) la investigación teórica, referida a los fundamentos de un conocimiento como investigación básica, o bien a los desarrollos avanzados en sus teoría y leyes, como investigación de punta; 2) la investigación aplicada, referida ésta al desarrollo de modelos de aplicación de los resultados de la investigación teórica; y 3) la operatividad (también llamada ingeniería de una ciencia), que se refiere por su parte al empleo de esos modelos de la investigación aplicada para la solución práctica y concreta de las necesidades sociales, incluso bajo “contrato económico por obra determinada”.

 

                                 Se hace evidente que los ingresos de los profesionales que trabajan en los aspectos operativos (que son pocos), vienen de sus “contratos por obra”, y muy bien pagados.  El que realiza investigación aplicada (que es de la mayoría), es ese que cómodamente (hasta la simulación), está en los institutos de investigación de las universidades, y de algún modo en ciertas empresas paraestatales y privadas de gran capital de donde tiene sus ingresos asegurados sin el esfuerzo de la elaboración de la investigación teórica, y sin la responsabilidad del compromiso de un “contrato por obra”.  El que realiza la investigación teórica (que son los menos), por su parte, es el investigador por excelencia de los institutos universitarios, su trabajo es el que determina todo lo demás, e institucionalmente tiene sus ingresos asegurados…, pero, siempre y cuando responda a ciertos interese de políticas científicas, ya exclusivamente del Estado, de empresas privadas a través del Estado, o bien directamente del capital privado.  Cuando no es así, cuando la investigación teórica se hace “por fuera”, se hace en la “proscripción” y la adversidad, la más de las veces en contra de esos intereses del capital; y esa es precisamente nuestra condición.

 

                                 Resolver los ingresos en la investigación teórica en la “proscripción”, básicamente sólo puede ser en el “doble empleo”: hacer lo que sea parra obtener ese precario ingreso, y financiar con ello no sólo la vida, sino lo que implique esa investigación en libros, equipos, instrumental, etc.

 

                                 Cuando teníamos el Blog https://espacio-geografico.over-blog.es/ (2009-2014), por cierto recientemente reestablecido, recibíamos una gran cantidad de visitas sistemáticas (hasta 3000 por semana, que para ser básicamente de geógrafos, no sólo eran “muchos”, sino eran “todos”); es decir, 3000 personas sistemáticamente interesadas en nuestra producción intelectual, e incluso una parte ciertamente pequeña de ese total (casi unas 200 personas), suscritas para recibir directamente las publicaciones en su correo electrónico e información privilegiada.  Así, llegamos a pensar (por ahí del 2011) que estas personas podrían estar dispuestas a colaborar cual mecenas con un razonable apoyo económico (un peso diario, igual a treinta pesos por mes, o, redondeado en “oferta”, ciento cincuenta pesos al semestre; lo que nos daría un apoyo de $2,500 quincenales).  Pero, para nuestra sorpresa, no fue así; no hubo un solo apoyo (aun cuando por ese entonces nuestro correo electrónico estaba intervenido y entre los daños producidos pudo haber estado el eliminar las posibles suscripciones).  No obstante, no dejamos de publicar.

 

                                 Recientemente (2017) lo volvimos a intentar a través de Facebook, teniendo ahora como lectores principales a los docentes de educación básica.  Funcionó, pero la experiencia fue de una cantidad de suscriptores muy pequeña de amistades solidarias moralmente comprometidas (incosteable), que difícilmente podía aumentarse en ese “universo docente” para reemplazar el lógico “agotamiento económico” de otros suscriptores; y tuvimos que continuar dependiendo del “esfuerzo doble”, pero ahora con la agravante de que la fuente de ingreso (la raquítica pensión recuperada del “Fondo de Ahorro para el Retiro”, AFORE), no da para más; y nos dispusimos a escribir y publicar nuestros últimas contribuciones.