Geografía: sus Fundamentos Teóricos en la Filosofía Materialista Dialéctica. 8 Formalización Teórica de la Geografía. b) Axiomatización de las categorías fundamentales de la geografía. Tercera Parte.

02.05.2017 15:34

Geografía: sus Fundamentos Teóricos

en la Filosofía Materialista Dialéctica.

8        Formalización Teórica de la Geografía.

b) Axiomatización de las categorías

fundamentales de la geografía.  Tercera Parte

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensionalidad.webnode.mx/

(31  mar 17).

 

b) Axiomatización de las categorías fundamentales de la geografía

                  Tercera Parte.

 

                                           Adimensionalidad y dimensionalidad.  Fundamentales categorías de la teoría del espacio son la adimensionalidad y la dimensionalidad, que sólo las incluimos conscientemente ya entrado el siglo XXI, cuando ya teníamos un suficientemente elaborado concepto de espacio, pero que no podía sino estar ahí desde el origen, como aquellas magnitudes que permitiesen valorar las características de estabilidad o transformación del espacio o estado de espacio.

 

                                           La noción de espacio en la prehistoria, e incluso en la antigüedad, sólo llegó a la intuición de la bidimensionalidad, aún a pesar de la comprobación de la esfericidad de la Tierra, o del problema democritiano de lo existente entre dos átomos más aún, no fue sino hasta el siglo VI, en los inicios de la Edad Media, que, de manera espontánea e intuitiva (casual y furtiva), se introdujo por Cosmas Indicopleustes la noción de la tridimensionalidad como una simple representación objetiva de la realidad, en el espacio terrestre identificado con el “Arca de la Alianza”, paradójicamente, en el contexto eminentemente metafísico, por lo que un espacio real tridimensional, no apareció sino hasta principios del siglo XVIII.

 

                                           Aun así, las dificultades en la comprensión del concepto de espacio como reflejo de una realidad objetiva y su naturaleza, redujo la tridimensionalidad a la condición de un hiperespacio (una “n-upla”, o agrupación de cosas o puntos de n-coordenadas escalares; o un plano a una escala tal, que se comporta como un volumen), definido como “la epidermis de la Tierra”, el “medio ambiente”, o la “tropósfera”; que resultó afín a la posterior noción del continuum einsteniano.  Así, la tridimensionalidad, cabalmente entendida como todas sus propiedades continuo-discretas o de campo-sustancia, sólo quedó planteada en la introducción de nuestro concepto del vacuum.

 

                                           En consecuencia, la dimensionalidad es el despliegue desde lo adimensional en su constante transformación, tanto como la adimensionalidad es la “condensación”, o abstracción y generalización de la dimensionalidad.

 

                                           Continuo y discreto.  En las categorías complejas de la teoría del espacio y fundamento del conocimiento geográfico, están las categorías de lo continuo y lo discreto.

 

                                           Hasta nuestros planteamientos de tesis, lo continuo fue definido, en palabras de Einstein, como “las formas discretas tan próximas entre sí como se desee”, de modo que lo continuo no era sino lo discreto mismo visto a otra escala en su conjunto, a lo que Einstein denominó como el continuum.  El problema ahí, era que no dejaba lugar al vacío, éste prácticamente no se reconocía en su extensión, y, metafísicamente, se identificaba con “la nada”.  Sin embargo, la infinitesimal proximidad de lo discreto entre sí, sin que éstos “se fundan” en un objeto único implicando la desaparición misma de la diversidad de lo discreto y todo no fuese sino lo continuo de un discreto único, si bien tiene su expresión dialéctica en las transformaciones de lo continuo y lo discreto como una unicidad en sí misma, no hace, no obstante, la necesaria diferenciación de la identidad en la contradicción, y el continuum se convierte en un todo inamovible y sin transformación.

 

                                           Por lo contrario, al reconocerse la realidad objetiva del vacío, éste estará ahí, en lo infinitesimal, haciendo la diferenciación no sólo entre los discretos, sino entre éstos y el estado de continuidad general dada en ese vacío, a lo que nosotros hemos denominado, por oposición al concepto de Einstein del continuum, como el vacuum.  La interacción dialéctica de lo continuo y lo discreto, en donde lo discreto despliega en sus transformaciones lo continuo en su estado primigenio, tanto como lo continuo se hace lo mismo que lo discreto al integrar y generalizar en su estado primigenio todo lo discreto.

 

                                           Campo y sustancia.  Las dos variedades principales de la materia en el ámbito macroscópico, el campo y la sustancia.  La sustancia está definida por el conjunto de las formaciones discretas de masa en reposo; en tanto que el campo, es lo definido por las formas continuas de masa en reposo nula o masa en reposo cero.  El campo y la sustancia están en permanente interacción transformándose cualitativamente el uno en el otro; de modo que la sustancia, las formas discretas, despliegan en transformaciones cualitativas el campo, tanto como el campo o lo continuo integra y generaliza conteniendo en sí mismo lo sustancial o discreto.