Geografía: sus Fundamentos Teóricos en la Filosofía Materialista Dialéctica. 8 Formalización Teórica de la Geografía. b) Axiomatización de las Categorías fundamentales de la geografía. Segunda Parte.

02.05.2017 15:21

Geografía: sus Fundamentos Teóricos

en la Filosofía Materialista Dialéctica.

8        Formalización Teórica de la Geografía.

b) Axiomatización de las categorías

fundamentales de la geografía.  Segunda Parte

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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31mar 17).

 

b) Axiomatización de las categorías fundamentales de la geografía.

    Segunda Parte.

   

                                           Simetría y asimetría.  Las categorías de simetría y asimetría, representan las propiedades más esenciales del espacio, más aún, incluso, expresan su regularidad o ley fundamental; sin embargo, no suelen mencionarse comúnmente entre las categorías fundamentales, debido a que son producto de la abstracción y deducción; es decir, son un par de categorías teóricas, no reconocibles en forma empírica.  Al enunciarlas aquí en el aparato de categorías fundamentales de la geografía, lo hacemos, entonces, según el reconocimiento teórico de las mismas, así sea en su función parcial y rudimentaria en su origen.  En éste, fueron inicialmente en la orientación, el “Eje del Mundo”, y la regularidad en el paso de los astros por la bóveda celeste, lo que dio los indicios de esa simetría.  Pero, a su vez, un “Eje del Mundo” que con respecto a las estrellas parecía moverse “hacia arriba” y hacia abajo” en un ciclo largo (el año), y el Sol se movía constantemente en el horizonte, primero en una dirección (el Norte), y luego en dirección opuesta (al Sur), alteraban esa simetría en su regularidad; es decir, se presentaba en la experiencia del observador una cierta asimetría, dada no sólo en función del tiempo, sino, a su vez, en la distribución y movimiento de los astros.

 

                                           Finalmente, el hecho es que, de esta condición cosmográfica, se empezaron a entender las propiedades del espacio terrestre, tanto en su conjunto, como en las propiedades de un lugar y situación particular.

 

                                           La dialéctica de la unidad de opuestos en la simetría y asimetría, es que los hechos asimétricos, son el indicio del desarrollo de la simetría general en sus cambios y transformaciones, tanto como la simetría general misma, es la integración y generalización de toda asimetría.

 

                                           Localización y distribución.  La localización y distribución son un par de categorías de un cierto grado de abstracción y elaboración teórica; es decir, no se obtienen directamente de la actividad práctica, en la que, por lo contrario, sí emergen las nociones de lugar y situación, u orientación y dirección o rumbo, con su carácter referencial.

 

                                           La localización tiene un carácter puntal (en lo que gana en precisión, lo pierde en dimensionalidad), determinada por la interacción de los parámetros dados en un sistema de referencia.  Su opuesto dialéctico es lo que está distribuido como un conjunto de puntos, que en el origen primitivo se daba ya en forma unidimensional, o bien, bidimensional.  Una distribución es, pues, un conjunto de localizaciones, que pueden dimensionar lo mismo un espacio pleno (lleno), en forma unidimensional (como un río o un camino); o en forma bidimensional (remitiéndonos sólo a los tiempos primitivos; como un valle o un bosque); que un espacio vacío.  De este modo, una distribución es el despliegue de la localización, tanto como la localización es la integración o generalización de un conjunto distribuido.

 

                                           Límite y extensión.  Ubicándonos en los tiempos primitivos, el espacio terrestre no sólo parecía una extensión plana, sino sin límites, y más aún, infinita.  Hace unos ocho mil años, al inicio de la ciencia griega, Anaximandro mostró ya una Tierra que, si bien era una extensión plana, aparecía ya con ciertos límites, dados en un perímetro, y fue sólo después de Aristóteles, con Demócrito, que ese espacio terrestre adquirió la noción de extensión esférica, finita, pero sin límites.

 

                                           Puede verse con lo anterior, que las categorías de límite y extensión, desempeñaron un papel central en el pensamiento geográfico primitivo, donde toda extensión despliega los límites, como los límites integran y generalizan una extensión dada.

 

                                           Forma y dimensiones.  Desde el origen, toda forma, era la de una estructura espacial plenista (sólo hasta muy recientemente se ha aceptado que puede darse la forma, en una estructura espacial vacua), por lo que la forma estaba asociada a la dimensión misma del objeto considerado, y sin éste, no había forma alguna que considerar, que no fuera de manera metafísica (y más aún, cuando la forma en abstracto se asociaba a “la nada”).  Toda forma alude a una estructura y mensura o métrica (vacua o plena), donde una estructura vacua puede ser tan concreta, como una estructura plena puede ser tan abstracta), y es la noción de estructura la que afirma la noción de dimensión; es decir, de una forma considerada por sus propiedades espaciales más generales y esenciales (una forma en una estructura unidimensional, bidimensional o tridimensional); de modo que una dimensión se despliega por su forma, tanto como su forma íntegra y generaliza la dimensión.