Geografía: sus Fundamentos Teóricos en la Filosofía Materialista Dialéctica. 7 Abstracción, generalización y síntesis de fundamentos. c) Surgimiento de los conocimientos geográficos: Edad Media a Época Contemporánea.

22.04.2017 14:10

Geografía: sus Fundamentos Teóricos

en la Filosofía Materialista Dialéctica.

7 Abstracción, generalización

y síntesis de fundamentos.

c) Surgimiento de los conocimientos geográficos: 

Edad Media a Época Contemporánea.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensionalidad.webnode.mx/.

20 mar 17.

 

            c) Surgimiento de los conocimientos geográficos:

               Edad Media a Época Contemporánea.

 

                                           Es durante la Edad Media en que la geografía, principalmente ahora en manos de los árabes, se introduce el conocimiento de un instrumento fundamental más: la brújula, con la cual, la cartografía griega por sistemas de proyección, se sustituye por la llamada “Cartografía Portulana” (o de “mapas de puertos”), elaborada por rumbo y distancia; en tanto, de manera semejante, entre los Vikingos, se descubrió la llamada “Piedra del Sol” (la cordierita), cuya propiedad es el cambiar de tonalidad a la refracción de los rayos del Sol aún en la más densa neblina, en las cuales, por el Mar del Norte, navegaban éstos.

 

                                           Si el espacio era un concepto aún no discutido como tal en la teoría geográfica, luego de Newton que lo identificó al “vacío absoluto”, más impensable se hizo aún el que el geógrafo tuviese algo que ver con ello (y menos aún, cuando por mucho tiempo al vacío mismo se le identificó metafísicamente con “la nada”).  No obstante, una cadena de geógrafos siguieron aportando natural y espontáneamente al conocimiento de las propiedades del espacio; con Cristóbal Colón (?-1506), con quien sin saberlo él mismo, se verifica en condiciones extremas el dato de la declinación magnética, conocida ya por los geógrafos de Flandes, quienes, con tal ajuste y presuponiéndolo del conocimiento de Colón, proporcionaron así la brújula a éste.  Luego de él, con la combinación de ese instrumental, aparecen ya el sextante y el tránsito.

 

                                           En esa cadena de geógrafos, Sebastián Cabot (1452-1557), estudia las propiedades de la ortodromía y loxodromia; Gerardo Mercator (1512-1594), que en su Mapa en Proyección Cilíndrica Tangente (1569), introduce la propiedad de conformalidad; y contemporáneo a Newton, Nicolás Sanson (1600-1667), construye la Proyección Sinusoidal con la introducción de la propiedad de equivalencia; y luego con Philipp Buache (1700-1773), se encentra la manera de medir con rigor en el mapa, mediante las isolíneas de nivel, determinadas mediante el barómetro, la coordenada de la altura o coordenada de la tridimensionalidad; e incluso del propio Alejandro de Humboldt (1769-1859), que siguiendo la idea de Buache, la aplica a la medición de ciertos campos, como el térmico (isotermas), el de la presión atmosférica (isobaras), o el magnetismo (isógonas).  Luego, con William M. Davis (1850-1934), y Miguel E. Schulz (1851-1922), se introduce la importante noción espacial de la “unidad morfológica”, que retomada por Alfred Hettner (1859-1941), le permite generalizar la idea del espacio como objeto de estudio de la geografía, si bien su noción de espacio como las propiedades espaciales del conjunto de las “unidades morfológicas”, se centraba en la idea del “paisaje” (afin al continuum einsteniano).

 

                                           Como puede verse sin dificultad, para nuestro momento histórico, ya todo, así fuese empíricamente, estaba dado; un conocimiento hipotético-deductivo, postulados, principios, teoremas, categorías fundamentales, leyes y teorías, todo ello por formalizarse, y para lo cual faltaba su interpretación materialista dialéctica, y eso, justo, es lo que nos tocó hacer en nuestro momento histórico.

 

                                           Nuestro aporte, más allá de “poner orden” con los fundamentos filosóficos del materialismo dialéctico al proponer la formalización teórica de la teoría geográfica, está en la identificación del espacio por oposición al continuum de Einstein, con lo que denominamos como el vacuum, en donde lo continuo y lo discreto se reconocen como dos aspectos diferentes del espacio en una contradicción dialéctica indisoluble, constituidos a la vez a partir de algo único y homólogo en la contradicción: lo que denominamos “estados de espacio”, como categoría nueva que tuvimos que introducir, pues sin lo cual no puede estudiarse en geografía el espacio, esto es, la “dialéctica de la dimensionalidad material continuo-discreta”, a partir de las leyes de simetría dimensional, como definición y análisis de la estructura del espacio propios, que se constituye a su vez como una aportación nuestra más.

 

                                           Todo ello se resume en una teoría que hemos denominado originariamente, como “simetría geométrica dimensional”, considerando sólo el espacio continuo; pero al introducir las propiedades del espacio discreto, la masa y su gravimetría hicieron de lado la geometría, por lo que la teoría bien se reduce a llamarse como “simetría dimensional”; que resultó ser un descubrimiento independiente, generalizador de la teoría denominada “asimetría causal e rotación”, descubierta y publicada en 1961 por Genadi Nicolaevich Katterfeld (1926-2013), pero que por casi cincuenta años se mantuvo en secreto tanto en los archivos de la URSS, hoy Rusia, como en los archivos de la Agencia Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), de los Estados Unidos, que en un mecanográfico en ingles obtuvieron el documento de Katterfeld, “La Faz de la tierra y su Origen”, dado a conocer por estos últimos apenas a mediados de 2012.

 

                                           Qué tanto más, en casi medio siglo, pudo haber avanzado Katterfeld, más allá de algunos trabajos conocidos sobre los efectos, y cuyos resultados acerca de las causas, a su vez, se mantiene en secreto, hoy en día, como en secreto se han mantenido por los diversos Estados de la historia, mapas y teorías geográficas, que poco a poco, con el avance de la ciencia, se van haciendo del dominio público, tal como lo es en este caso.

 

                                           La por demás comprobada teoría de Katterfeld, demuestra la objetividad de nuestra propia teoría elaborada independientemente, al punto que la teoría de la “simetría dimensional”, se constituye en ley de la realidad, naturaleza y movimientos del espacio, tal como lo demostramos en algunos de los últimos artículos publicados en https://espacio-geografico.over-blog.es/, entre 2011 y 2012, clasificando las estructuras simetría dimensional.  Dicha ley de simetría dimensional, resultó ser, al conocimiento en 2012 de la teoría de la “asimetría causal de rotación” de Katterfeld, una generalización de ésta, como lo haremos ver al final de este trabajo.