Geografía: sus Fundamentos Teóricos en la Filosofía del Materialismo Dialéctico. Conclusiones. Conclusión última.

17.06.2017 13:29

Geografía: sus Fundamentos Teóricos

en la Filosofía del Materialismo Dialéctico.

Conclusiones.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensionalidad.webnode.mx/

(15 abr 17).

 

               Conclusión de último momento.

 

                                           Tenemos que agregar algo más; terminamos de redactar este trabajo a mediados de abril (2017), y ya sólo nos pusimos a transcribirlo; pero a fines de dicho mes, nos encontramos con un libro extraordinario para el caso: “El Vacío y la Nada”[1], 2015; de Enrique Fernández Borja, en el que encontramos la confirmación en el fundamento físico de la teoría filosófica en la que hemos afirmado que el vacío es un “algo” realidad objetiva concreta como un campo, identificado al espacio en su condición continua; pero que, a la vez, en su calidad de “espacio lleno”, como una sustancia, identificado al espacio en su condición discreta; y que ese vínculo dialéctico de los continuo y lo discreto, del campo y la sustancia, o del vacío y la partícula, lo cual denominamos como el vacuum, en su dimensionalidad objetiva, material, define al espacio en general, objeto de estudio de la geografía.

 

                                           A esa conclusión llegamos ya en el curso de los años noventa, y no pudimos darlo a conocer sino luego de 2009, en que lo publicamos en nuestro Blog: https://espacio-geografico.over-blog.es*.

 

                                           Filosóficamente fue suficiente para dar el fundamento gnoseológico del objeto de estudio de la geografía, pero ahora, tras el estudio de esta obra extraordinaria de divulgación de la ciencia, encontramos el fundamento físico de aquel razonamiento filosófico.

 

                                           Experimentalmente, en el “Gran Colisionador de Hadrones”, se consiguen vacíos hasta de 10-13 atmosferas, en temperaturas de 1.9°K, un vacío mayor al intergaláctico y en el cual existe una temperatura de 2.7°K; de donde Enrique F. Borja nos da la definición de “vacío”: “La física moderna define el vacío como el estado de mínima energía de los sistemas cuánticos.  Pero este vacío no es inerte, está en permanente cambio con continuas fluctuaciones que varían su energía arriba y debajo de forma que su promedio siempre sea el valor que esperamos para un estado de mínima energía.  Estas fluctuaciones se pueden interpretar como apariciones de partículas desde el vacío y su posterior reabsorción en el mismo”[2].  Tales partículas se entienden, entonces, como perturbaciones de los campos.

 

                                           He ahí, en ese vacío del que se genera el Universo, nuestra definición dada del espacio: la dialéctica de la dimensionalidad material continuo-discreta, donde los sistemas tienden a su estado de mínima energía, es decir, al estado de vacío.

 

                                           Es suficiente, aquello que intuimos desde 1981, finalmente se corroboró; lo demás, esa “energía” del vacío mayor que la densidad crítica, esa “catástrofe del vacío”, pertenece no sólo a la física en general, sino al campo de la física cuántica; geográficamente sólo nos interesa el vacío de 10-3 atmósferas del Tubo de Torricelli o de los Hemisferios de Guericke, al vacío de 10-7 atmósferas de la región entre la Tierra y la Luna, que nos da la dialéctica de la dimensionalidad material continuo-discreta mesocósmica (geográfica); ese vacío tosco, mundano, con el que operamos sin darnos cuenta de ello, “sin incluirlo hasta ahora en nuestras ecuaciones”.  Otra cosa será ya el operar con el vacío físico interlunar o de la barisfera.  Pero, por lo pronto, aquel reclamo de hacer, más allá de “la bonita pero inútil teoría”, una “geografía práctica”; sin entenderse que lo que hemos hecho ha sido la geografía más esencial y útil; ahora puede ser respondido, no sin la obvia ironía: “¡Por fin, ahora podemos empezar a hacer geografía!”.

 

 


[1]        Fernández Borja, Enrique; El Vacío y la Nada; Ediciones R Bio; Col. Un Paseo por el Cosmos; Navarra, 2015.

 

*        Blog dañado oscurantistamente desde el Servidor a mediados de 2014, por favor, ya a intereses del Estado mexicano en el ámbito educativo dadas algunas publicaciones que acerca de ello estábamos haciendo, ya a intereses del conservadurismo retrógrada de la geografía “oficial” institucional.  Al final, quizá, una represión en combinación de ambas situaciones.  Luego renovado en este Blog: https://dimensionaliad.webnode.mx.

[2]        Fernández Borja, Enrique; El Vacío y la Nada; Ediciones REB; Col. Un Paseo por el Cosmos; Navarra, 2015; p.8 (subrayado nuestro).