Filosofía de la Educación y Teoría del Humanismo. 1 Fundamentos (2/7)

10.01.2017 15:11

Filosofía de la Educación

y Teoría del Humanismo.

1 Fundamentos (2/7).

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensioalidad.webnode.mx/

10 nov 2009.

 

 

          1 Fundamentos.

 

                                           Hablar de la “filosofía de la educación” puede tener dos acepciones: 1) una popular en la que por ello se entiende ese “saber en general de la educación –no necesariamente riguroso– con un sentido propio o particular”, una especie de interpretación propia con que cada cual define su concepto y tarea  educativa; o 2) una definición rigurosa, científicamente fundada o teorizada, acerca de la educación, y en la cual se responde categorizadamente a cada concepto involucrado (es decir, en donde cada concepto tiene un fundamento teórico), de manera especial, en un marco teórico gnoseológico preciso.

 

                                           Así, en este ensayo se sustenta nuestra filosofía de la educación en el sistema gnoseológico del pensamiento dialéctico materialista; esto es, en el marxismo o teoría del comunismo, todo lo cual es uno y lo mismo.  Es decir, categorías distintas, pero que expresan aspectos semejantes, en sí, de un mismo hecho.

 

                                           Justo es en la teoría del comunismo y su fundamento filosófico dialéctico materialista elaborado por Marx y Engels, en donde se compendia precisamente, a su vez, la teoría del humanismo, entendida como “el reconocimiento de la historicidad del hombre”[1].  La teoría del comunismo (donde el socialismo como parte de este es la fase de transición del capitalismo al comunismo), es la teoría de una sociedad en la que ha quedado abolida la propiedad en manos de unos cuantos, de todo aquello que produce para toda esa sociedad.  Abolido desde la sociedad socialista eso que se denomina “propiedad privada de los medios de producción social”, quedará abolida la causa de la desigualdad social misma; con todos sus vicios de egoísmo, y en donde los que se hacen del poder, promueven para las clases sociales explotadas su alienación mediante creencias teístas míticas acientíficas y falsos valores; reemplazados éstos por una nueva moralidad, y en consecuencia, donde han desaparecido las clases sociales y reina, social, económica, política y moralmente, una sociedad de comunes, equitativa, de iguales.

 

                                           En nuestro marco teórico temático, la teoría del humanismo, en su esencia, surgida por oposición al teocentrismo religioso medieval (ss.V-XV), en un proceso renacentista bajo el período del llamado “despotismo ilustrado” cuyos monarcas “güelfos” luchaban contra los señores feudales, de crítica al clero e ideas aun vagas de unidad nacional, en la forma erudita y literaria en que sólo podía expresarse en ese momento del siglo XIV, que fue de Dante (1265-1321), a Petrarca (1304-1374), y Bocaccio (1313-1375), expresándose filosófica y socialmente ya en su plenitud entre los ss.XV-XVI, entre otros autores como Pomponazzi (1462-1524), Nicolás Maquiavelo (1469-1527), Ulrrich von Hutten (1488-1523), o los utopistas del siglo XVI, Moro (1478-1535) y Campanella (1568-1639); es aquella en la que el culto es ahora al antropocentrismo científico moderno.  De la dependencia absoluta a Dios en donde el ser humano ha de ser un miserable de espíritu, se pasa al ser humano de la mayor espiritualidad en la reivindicación de la dignidad humana, dependiendo de sus conocimientos científicos y sus propias capacidades.  En él, el teísmo oscurantista medieval que despreciaba al ser humano en sí, tomándolo tan sólo como la “prisión del alma” castigada; puesto que el alma es un ente no del Reino de la Tierra, sino del Reino de los Cielos, entendido éste como un mundo sobrenatural; ha sido reemplazado paulatinamente por el panteísmo (s.s.XVI-XVII), y de éste, pasándose al deísmo (s.XVIII), y finalmente al ateísmo (s.XIX-XXI), en un largo proceso de emancipación de las mentes y la liberación del ser humano por el ser humano mismo.

 

                                           Conjuntar lo anterior en un marco teórico especializado, significa definir nuestro concepto de la educación con base en ello; con todo lo cual se estructurará nuestra filosofía de la educación.

 

                                           En particular, nuestro concepto de educación está sustentado en la sociopedagogía, fundamento de la educación socialista, y por lo tanto, de lo que en el mundo occidental o capitalista, por razones de lucha ideológica contra el comunismo, se ha llamado, de manera descalificativa, como la “Escuela Tradicional”[2].

 

                                           En este punto seguimos las ideas de una educación social desde Makarenko (1888-1939), a Pinkevich (1883-1939), Pistrak (¿-?) y Lunacharsky (1875-1933), para llegar a Bogdán Suchodolski en las décadas sesenta-setenta del siglo XX, en que se atiende al problema esencial de esa educación social con una educación ético-estética, plenamente humanista.

 

 


[1]      Abbagnano, Nicola; Diccionario de Filosofía; Fondo de Cultura Económica; México, 1966; (v. Humanismo).

[2]      Aspecto encubierto en una pueril critica a los viejos métodos didácticos mediante sanciones físicas.