Editorial: Comentario a: Geografía, Prolegómenos; Estrabón.

08.01.2019 17:06

Editorial

Comentario a; “Geografía, Prolegómenos”,

de Estrabón (s.I ane).

 

 

De todos los conocimientos, el pensamiento humano, para comenzar a ser realmente humano, podría prescindir en un momento dado de prácticamente todos ellos, a excepción de tres conocimientos fundamentales que están en la naturaleza de su reflexión: la filosofía, la geografía, y la historia.  Desde momento al pensamiento humano le es natural la reflexión sobre su relación con el mundo circundante (la filosofía y su objeto de estudio: las relaciones entre el ser y el pensar); así como el poderse responder en dónde está (la geografía y su objeto de estudio: el espacio); y cual es su devenir, esto es, su origen, desarrollo y posibles transformaciones (la historia y su objeto de estudio: la temporalidad).

 

A nuestro juicio, esta es la explicación de por qué las clases sociales poderosas y conservadoras, los grupos retardatarios y hasta retrógradas, oscurantistas; verdaderas cofradías de profesores e investigadores en las universidades controlando el conocimiento; luchan ferozmente para tergiversar, confundir y hasta intentar desaparecer esos conocimientos fundamentales al pensamiento humano.  Y contra eso, histórica y permanentemente, ha sido la lucha por el conocimiento científico, por la veracidad objetiva en el reflejo objetivo de la realidad objetiva, dejando de lado el subjetivismo arbitrario.

 

La “Geografía”, de Estrabón (hacia el siglo I ane), es el más poderoso ejemplo de esa distorsión del conocimiento científico en esta ciencia; tanto que llevó quince siglos el poder resolver el error de Estrabón de mezclar un ángulo medido por su apreciable maestro, Posidonio, pero que no correspondía a la distancia real subtendida por tal ángulo, con la distancia correcta determinada por Eratóstenes, pero, evidentemente, no correspondiente a dicho ángulo, sustrayéndole, como consecuencia, 10,000 km al perímetro de la Tierra (su cuarta parte); y luego, más importante aún, llevó veinte siglos el resolver el falseamiento por Estrabón, del verdadero objeto de estudio de la geografía.

 

Esto último, ese proceso de falseamiento, funcionó en el pensamiento filosófico idealista de Estrabón, el estoicismo, tal como hoy en día opera el pensamiento filosófico idealista de la línea del idealismo subjetivo empirista (desde Berkeley en 1710) y criticista (desde Kant en  los fines del siglo XVIII), por lo cual el pensamiento científico objetivista elevado de lo empírico concreto real al teórico pensamiento lógico abstracto, es reducido a la simple experiencia empírica de lo concreto real y subjetivamente entendido, ya no en la lógica, sino mediante la “trascendencia” de la “razón pura”, mediante el “juicio a priori”, en este caso para la geografía, del espacio; es decir, mediante eL juicio, razón o criterio (y de ahí lo de “criticismo”), de las ideas trascendidas a la realidad para reconocerlas en los objetos; y esto que es hoy en día, lo fue de manera semejante ya en Estrabón dieciocho o veinte siglos atrás: el reducir el teórico y abstracto concepto de espacio aristotélico utilizado por Eratóstenes (el cual prefirió el espacio como extensión superficial de Aristóteles, al espacio ya como el ápeiron de Anaximandro, o bien como el vacío de Demócrito), a la experiencia empírica de lo concreto real dado en  los “lugares” (entendidos éstos como lo humano en su hábitat natural), y más aún, como simple recurso para la exposición de lo histórico (ni siquiera como una geografía aplicada, es decir, del geógrafo aplicando la geografía a lo histórico; sino como una geografía auxiliar de la historia, esto es, de la historia tal y como realmente lo era en Estrabón como historiador, echando mano éste de la geografía para explicar lo histórico).

 

Estrabón, negándose como historiador y asumiéndose como geógrafo, hace de esta mezcla de la condición auxiliar de la geografía a la historia, la geografía como tal; y tardamos veinte siglos para desentrañar el “truco”, en función de que al pensamiento humano le llevó esos veinte siglos descifrar la naturaleza del espacio.

 

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Del estudio preliminar.

 

Del Libro I. Cap. I-II. El descriptivismo enciclopédico.

 
 
 
Del Libro I. Cap III. Antecedentes de la medición de la Tierra.
 
 
Del Libro I. Cap. III. Objeto de estudio.
 
 
Del Libro II. Cap. I-IV. Consistencia lógica.
 
 
Del Libro II. Cap. I-IV. Del error de Estrabón. 
 
Conclusión.