Del Hiperpalno de Colón, al Vacío Absoluto de Newton, y de éste, al Hipervolúmen del Espacio-Tiempo
Del Hiperplano de Colón,
al Vacío Absoluto de Newton;
y de éste, al Hipervolúmen
del Espacio-Tiempo
Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri
https://dimensionalidad.webnode.mx/;
6 noviembre 2009.
El concepto de espacio representa un papel fundamental en la teoría del conocimiento; y ha sido en ésta, uno de los conceptos más difíciles de tratar, pero profundamente discutido por los teóricos de la filosofía moderna: los humanistas renacentistas, y los pensadores del período de la Ilustración. Así, desde Giordano Bruno, pasando por Descartes, Locke y Spinoza, hasta llegar a Newton; se elaboró la nueva noción de la tridimensionalidad del espacio, resumida por este último, como el vacío absoluto como sistema inercial de referencia; a manera de una caja vacía, en la cual, y respecto de ese vacío, ubicamos las cosa.
La noción de espacio geográfico, en consecuencia, pasó a ser el continumm dado por el mundo de las cosas (los fenómenos naturales y sociales), en el ámbito de referencia dado por el vacío; de modo que, no entendiéndose que se le podía estudiar al vacío más allá de ser eterno sistema de referencia; la atención se centró, incluso por razones utilitarias, en el estudio del continumm.
Así se desarrolló la teoría geográfica desde Mercator, y luego con Keckerman y Varenio, hasta Hettner; y en ese punto, el concepto de espacio newtoniano se hizo insuficiente para entender la realidad. Y la crítica a Newton, de Lorenz, Minkowsky, Mach, Poincare, etc; llevaron hasta Einstein, y luego hasta Planck; y con ellos, el espacio dejó de ser el "vacío absoluto" en el que los cuerpos ocupaban un lugar, para empezar a entenderse por éstos, una dialéctica vacío-continumm más compleja, donde el vacío como una más de las infinitas formas de la materia, es parte intrínseca del continumm, en cuya dialéctica se expresa nuestra noción del vacumm.
Y el "análisis regional" hettneriano aún en un hiperplano: “La geografía –decía Hettner en ese sentido– es más bien sólo la ciencia de la superficie terrestre según sus diferencias regionales”[1], no obstante muy acertadamente decía a la vez: “mientras nuestro fin sólo se oriente hacia los fenómenos, permaneceremos en el ámbito de las ciencias sistemáticas. Únicamente cuando concibamos los fenómenos como propiedades de los espacios terrestres, estaremos haciendo geografía”[2], se mostró insuficiente para una teoría del espacio geográfico, que newtonianamente se refería ya al volumen del vacío, pero de un vacío del que nada se podía saber. El paralelismo Geografía-espacio, como Historia-tiempo, detectó el punto de insuficiencia: “La geografía –dice Hettner– es una ciencia del espacio del mismo modo que la historia es una ciencia del tiempo”[3]. La organización de los fenómenos en su temporalidad, se hizo organización de los fenómenos en su espacialidad. Fue la limitación post-ilustrada del idealismo subjetivo de Kant, para quien el espacio, como el tiempo, eran sólo formas del pensamiento para organizar el mundo de los objetos.
El espacio geográfico como el continumm tridimensional.
Pero, conforme se difundió la teoría de la relatividad einsteiniana durante la primera mitad del siglo XX, así se difundió una nueva noción del espacio: éste ya no fue, ni una idea subjetiva, ni algo mecánicamente separado del tiempo; sino el espacio-tiempo. El espacio dejó de ser el volumen del vacío tridimensional, limitado a ser sólo sistema de referencia, para pasar a ser el hipervolúmen del continumm tetradimensional espacio-tiempo, donde el tiempo es una propiedad física del espacio, y su cuarta dimensión: el vacumm.
Esta noción del espacio que domina ya desde antes de mediados del siglo XX, no ha tenido su derivación correspondiente en Geografía sino hasta la aparición de nuestra tesis de Licenciatura en 1983; y luego de un tortuoso proceso, retomado en estos apuntes casi al final de la primera década del siglo XXI. Con él, y sólo con él, es que nos será posible entender un conocimiento más complejo de la realidad.
Pero al igual que ha ocurrido en esas revoluciones de pensamiento anteriores acerca de este concepto complejo, reflejo de una faceta compleja de la realidad, ahora nuevamente se nos impone teorizar sobre este nuevo desarrollo del concepto de espacio geográfico.
El hipervolúmen del continumm tetradimensional espacio-tiempo (visto desde lo plenista), o el vacumm (lo mismo, pero visto desde lo vacuista), es exactamente lo que hemos traducido a la noción de espacio geográfico, en su definición como: “La dialéctica del estado material de la dimensionalidad continuo-discreta, determinada por la esfera terrestre”.
El aspecto esencial de tal discusión está, pues, precisamente en la condición dialéctica de la dimensionalidad espacio-tiempo en su naturaleza continuo-discreta. Ello es lo que hace ahora la geografía teórica contemporánea, expuesta desde nosotros.
[1] Hettner, Alfred; La Naturaleza y los Cometidos de la Geografía; en “Geocrítica” Nº 70; Barcelona, 1987.
[2] Idem, (subrayado nuestro).
[3] Ibid.