Cómo Colón Descubrió el Espacio Geográfico Tridimensional

11.07.2015 17:25

Cómo Cristóbal Colón

Descubrió el Espacio Geográfico

Tridimensional

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri

  https://dimensionalidad.webnode.mx/;

3 noviembre 2009.

 

 

                                               A partir del siglo VI ane, con Anaximandro, dio comienzo el estudio del espacio geográfico concebido en su Perimetrón; básicamente un espacio plano, bidimensional y delimitado circularmente, en el seno del espacio cósmico.

 


El Perimetrón de Anaximandro (s.VI ane)

 

 

                                               Dos siglos después, a pesar de que desde el siglo III ane con Eratóstenes, el espacio geográfico quedó determinado como esférico; e incluso con Aristóteles ya se entendía cualitativamente así un siglo antes; la geometría plana euclidiana no permitió ir a más en esa noción del espacio terrestre.

 

 

Cálculo del Perímetro de la Tierra por Eratóstenes

 

 

                                               Tuvieron que transcurrir trece siglos más, para que una nueva noción del espacio geográfico comenzara a elaborarse; y ello ocurrió, precisamente, con la hazaña de Colón, de 1492.

 

                                               Hasta entonces, los seres humanos éramos seres perfectamente bidimensionales, viviendo y experimentando un espacio exclusivamente bidimensional.  El concepto de "saltar el océano", así fuese navegando por su superficie, pero en la idea e arribar en alguna otra parte, simplemente no existía.  Aún deslizándose suavemente por la superficie bidimensional del océano, lo único que nos esperaba era el "vacío absoluto" en los límites de la superficie terrestre.  "Saltar" el océano, no sería otra cosa que "saltar al vacío infinito y eterno"; y de ahí el horror vacui.

 

 

En los límites del espacio geográfico, el horror vacui.

 

 

                                               Así, la hazaña de Colón no fue "descubrir América", sino la abstracción previa de imaginar "el viaje al Oriente, por la ruta de Occidente".  Y fue ahí, donde el buen Cristóbal Colón, nos insertó en un mundo tridimensional.  Fue un proceso que llevó varios años, pero históricamente, fue un súbito salto que nos sacó del espacio plano.

 

                                               Sólo que el espacio geográfico en tiempos de Colón, no era otro que el concepto, al respecto, de Jean Tricart, tan usado hoy en día (ciertamente que los geógrafos andamos con algo de atraso teórico).

 

                                               Dicho de una manera más técnica, la hazaña geográfico-científica de Colón, consistió en transformar el plano en una esfera, sin ello, como seres bidimensionales, jamás hubiésemos podido cruzar el océano.  Romper ese límite requería un nuevo concepto de espacio geográfico; o más propiamente dicho, de un desarrollo más profundo de dicho concepto.  Y antes que ser un concepto de espacio tridimensional como lo pudiéramos entender hoy, en el siglo XXI (y ciertamente ya desde el siglo XX), ese espacio geográfico de Colón, era en la noción del hiperplano.

 

                                               El espacio geográfico como la "epidermis de la Tierra" en la noción de Tricart, en donde no experimentamos el espacio geográfico como seres bidimensionales en una superficie bidimensional, sino como una "superficie de tres dimensiones", eso es justo lo que, en la teoría del espacio, se conoce como el hiperplano; esto es, un plano, con una dimensión superior (ello es experimentar el espacio geográfico como inmerso en el interior del cuerpo de un gigantesco anillo).

 

El espacio geográfico como el hiperplano.

 

 

                                               Cinco siglos después, ese concepto de espacio geográfico, es insuficiente (además -como hemos dicho en otro artículo- en tanto que enunciado como "la epidermis de la Tierra", conlleva el error lógico de metonimia en la definición rigurosa).  El espacio geográfico no se reduce a ser sólo el hiperplano como anillo exterior adyacente a la superficie terrestre (idea que inicialmente tuvimos en nuestra tesis e Licenciatura, pero que al poco tiempo superamos -incluso en una afortunada coincidencia de ideas producto de la reflexión independiente, con el compañero geógrafo, el Lic. José C. Martínez Nava-; pero que en el "castañedo" plagio de ideas a partir de esa tesis, así se ha difundido por los últimos quince años), sino que, siendo un espacio plenamente tridimensional (y en otra parte hablaremos de su naturaleza cuadridimensional o tetradimensional), es, digámoslo por ahora así, una esfera cuyo centro, es el centro mismo de la Tierra, y cuyo límite exterior; convencional, pero determinado objetivamente; es la intersección del campo de gravedad de la Tierra, con el campo de gravedad de la Luna.

 

El límite externo del espacio geográfico, convencional, pero objetivamente determinado, en la intersección de los campos gravitatorios de la Tierra y la Luna.

 

 

                                               En resumen, Colón jamás hubiera podido salir del espacio bidimensional del medioevo, conocido como el Ecúmene, limitado por el océano, si no hubiese retomado los avances dados por Eratóstenes (o, afortunadamente, las erróneas modificaciones de estos por Posidonio, que reducían en una cuarta parte el perímetro real de la Tierra, favoreciendo la intención de Colón), y plegando el plano en la esfera, construyendo así un hiperplano, rompió ese límite, donde el "saltar el océano", ya no fue "saltar al vacío", sino el poner "pie firme" en las costas del Lejano Oriente, por la ruta de Occidente (si bien con la historia que todos sabemos).

 

                                               Ahora, atención, si alguna virtud tienen los "piratas", es su capacidad de "actualización"; y ya verán hablando de esto a no pocos, como si fuesen sus ideas propias.  Lo que a vosotros os distinguirá de ellos, será que en vuestra ética profesional, esa actualización real, será refiriendo la fuente de origen de las ideas.