Comentario a: Materialismo y Empirocriticismo, 1909; de V.I. Lenin (6/9)
Comentario a:
Materialismo y Empirocriticismo, 1909;
de V.I. Lenin (6/9)
Luis Ignacio Hernández Iriberri.
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(24 abr 17)
Del Cap IV. Las filosofías idealistas.
Un parágrafo un tanto desconcertante, pues a primera vista paraeciera distinguir el empirocriticismo del idealismo, cuando aquel no es sino una clara expresión de éste en la línea del empirismo idealista subjetivo. Pero, visto con detenimiento, a lo que se refiere Lenin, es a que, en los capítulos anteriores, había estado examinando el empirocriticismo en forma aislada, y ahora en este Cap. IV lo examina precisamente en el conjunto de las direcciones filosóficas del idealismo en general.
Hacia el final del primer apartado con el título de: “Crítica del kantismo desde la izquierda y desde la derecha” (p.185), Lenin apunta: “Así, pues, toda la escuela* de Feuerbach, de Marx y Engels se ha apartado de Kant a la izquierda, hacia la negación completa de todo idealismo y de todo agnosticismo. Y nuestros machistas han seguido la dirección reaccionaria en filosofía, han seguido a Mach y a Avenarius, que critican a Kant desde el punto de vista de Hume (1711-1776) y de Berkeley”[1]. Y Lenin hace esta muy clara distinción, porque, como apunta en unas líneas adelante: “si un hombre que ha roto de modo radical con los fundamentos mismos del marxismo en filosofía, se pone luego a maniobrar, a crear confusiones, a andar con rodeos, a asegurar que ellos “también” son marxistas y n han hecho más que “completarlo” un poquito, tal espectáculo llega a ser totalmente desagradable”[2].
Hacia 1870, en el tránsito entre el fallecimiento de Feuerbach (1872) y los apuntes de Engels para su “Dialéctica de la Naturaleza” (1873, publicada en 1925), la historia de la filosofía hasta entonces de puño y letra exclusivamente de los idealistas, refería aisladamente a algunos pensadores “materialistas” (principalmente reducido al grupo de los presocráticos), pero velaba el pensamiento materialista filosófico en toda una línea de pensar a lo largo de la historia, refiriéndose a ella como el “realismo”; y para el siglo XIX, ya con Feuerbach y Dietzgen, por una parte se empezó a distinguir claramente los dos grandes sistemas de pensamiento; y por otra parte, el “realismo” comenzó a ser la posición de un atenuado materialismo y refugio del eclecticismo de un materialismo inconsecuente mezclado con el empirismo.
Todavía Hegel, lo refiere Engels en su “Ludwig Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana” (1886), obra de origen de la historia de la filosofía ya a manera del materialismo, calificaba al materialismo como “sistema consecuente del empirismo”, y con él, del reconocimiento del mundo exterior al pensamiento, y Engels, tomando como postulado esto último, agrega: “Este postulado fundamental ha dado , sin embargo, en su desarrollo sucesivo, lo que más tarde se ha llamado materialismo”[3]. Justo es por ello que Lenin ve en Engels la diferencia definitiva entre los dos grandes sistemas filosóficos y el origen de la interpretación marxista de la filosofía.
Para Mach y los machistas, pues, no había ya refugio válido ni en el “realismo”, ni en el “empirismo”, para poder hacerse pasar, como lo pretendían, por materialistas y por marxistas.
Pero todo ello revela que una clara diferenciación entre las cosas apenas, para 1908, empezaba, y ello explica que Lenin refiera que ese materialismo del siglo XIX, “se ha apartado de Kant a la izquierda”[4], con un dejo por el cual podemos entender que ese materialismo fue, en un momento dado, de filiación kantiana dada en el empirismo.
Si se toma en cuenta el materialismo del siglo XVIII, se hace evidente la diferenciación histórica de esas dos grandes corrientes filosóficas, en donde Kant es síntesis en la dialéctica idealista del empirismo y racionalismo idealistas (a la derecha), tal como, en todo caso, Feuerbach lo es en la dialéctica materialista del empirismo y racionalismo materialistas (a la izquierda).
Como dice Lenin, Engels simplifica y ordena, en tanto refiriéndose a Voroshilov como representante del idealismo; este “ha tenido necesidad de todo ese amasijo de términos para “atolondrar” al lector, para aturdirlo con un fárrago de palabras, distraer su atención del fondo del asunto y fijarla en bagatelas”[5].
En mucho, la razón de ser de “Materialismo y Empirocriticismo”, de Lenin, es justo por lo antes dicho; por el hecho de cómo, “¡a través de la doctrina de Mach son presentados furtivamente como maestros de los obreros unos filósofos claramente reaccionarios y unos predicadores del fideísmo!”[6].
En este Cap. IV la crítica de Lenin es llevada a un mayor detalle sobre los seguidores de Mach, y en particular, Lenin se va a centrar en su crítica a Bogdanov, miembro, incluso, del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), y quien en 1903 se quedó del lado del menchevismo. Bogdanov, filosofando, socavaba con sutileza la filosofía materialista dialéctica convirtiéndola en empiromonismo. “Las opiniones de Bogdanov -hablando éste de sí mismo- satisface por completo la fórmula sacramental de la prioridad de la <<naturaleza>> sobre el <<espíritu>>”. Y Lenin le sale al paso y previene: “¡Aquí ridiculiza Bogdanov como fórmula “sacramental” la conocida tesis de Engels (la prioridad de la naturaleza sobre el espíritu), callando diplomáticamente, no obstante, el nombre de éste!”[7], pues cuando Bogdanov mismo resume la idea de su empiromonismo, dice éste: “El mundo físico es denominado experiencia humana”[8] (espíritu). Contrasentido manifiesto, observa Lenin: el mundo físico (la naturaleza), según Bogdanov, no precede a la experiencia humana (al espíritu), sino el mundo físico es la experiencia humana misma. El mundo físico (la naturaleza) existe, en tanto la experiencia humana (el espíritu) es; y las cosas, sutilmente, se han invertido. Bogdanov, haciéndose pasar por materialista, por engelsiano, por marxista, despliega subrepticiamente ideas que socaban todo ello. Era, sin duda, un peligroso agente de idealismo burgués; y luego de la publicación del “Materialismo y Empirocriticismo”, tal embustero fue expulsado del Partido.
* En ella hay que intercalar tanto a Chernishevsky, como a Dietzgen y seguidores de Feuerbah.
[1] Op. Cit. p.195. Subrayados suyos.
[2] Op. Cit. p.195. Subrayados suyos. Otro tanto, apuntamos nosotros, podríamos decir de “nuestros <<neomarxistas>>”, “nuestros <<marxistas críticos>>”, o “nuestros <<marxistas posmodernos>>”.
[3] Op. Cit. p.118. Subrayado suyo.
[4] Op. Cit. p.195.
[5] Op. Cit. p.196. He ahí, agregamos nosotros, el estilo de los idealistas de la “posmodernidad” actual.
[6] Op. Cit. p.210.
[7] Op. Cit. p.216.
[8] Op. Cit. p.216. Subrayado suyo.