Comentario a: Materialismo y Empirocriticismo, 1909; de V.I. Lenin (3/9)

18.12.2018 14:25

Comentario a:

Materialismo y Empirocriticismo, 1909;

de V.I. Lenin (3/9)

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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(21 abr 17)

 

Del Cap I. La teoría del conocimiento del materialismo dialéctico

y el empirocriticismo.  Primera Parte.

 

                                 Lenin expone aquí que, es por demás que el menor entendido en lo elemental de la filosofía, sabe que la teoría del conocimiento materialista establece que, dada la relación sujeto-objeto (entre el pensar y el ser): 1) el mundo de la realidad (del ser o los objetos), existe independientemente del sujeto y sus deseos o voluntad; 2) que el sujeto entra en el conocimiento de esa realidad objetiva a través de sus órganos de los sentidos o mediante sus sensaciones; 3) que es con tales sensaciones que en el cerebro se forman las ideas acerca de la realidad a manera de un “reflejo objetivo de la realidad objetiva” (es decir, de un “reflejo independientemente de sus deseos o voluntad, acerca del mundo de los objetos materiales realmente existentes fuera de su pensamiento); y, 4) que el conocimiento verdadero radicará en la subordinación de la apreciación subjetiva, a ese reflejo objetivo de la realidad objetiva; y respecto de ello, Lenin examina la teoría del conocimiento del empirocriticismo, que se asume “realista”, es decir, como una síntesis del materialismo e idealismo, ubicado por encima de ellas, poniendo Lenin en evidencia su verdadera naturaleza idealista subjetiva.

 

                                 En esencia, el planteamiento gnoseológico de Mach en el empirocriticismo, es que, para el sujeto, el mundo es de relaciones entre sensaciones, y no entre cosas; esto es, que la sensación no es una imagen refleja de la cosa (la cosa o “símbolo”), sino inversamente, “la cosa” es una imagen o representación (símbolo) de un “complejo o combinación de sensaciones” o “elementos del mundo”; y Lenin anota: “Si los cuerpos son “complejos de sensaciones” como dice Mach, o “combinación de sensaciones” como dice Berkeley, de esto se deduce necesariamente que todo el mundo no es más que mi representación.  Partiendo de tal premisa, no se puede deducir la existencia más que de uno mismo: esto es solipsismo* puro”[1].

 

                                 Lenin demuestra que lo dicho por Mach en 1896, no es sino un copia de lo dicho por Berkeley en 1710, y así, lo acusa de plagio; pero aún más, destaca el absurdo de que, si los cuerpos ̶como afirma Berkeley̶, no son mas que “complejos o combinaciones de sensaciones”, siendo el cerebro un cuerpo, éste es un “complejo de sensaciones” por el que, en consecuencia, se experimentan otros “complejos de sensaciones”, haciéndose así metafísica pura.

 

                                 Cita a Mach ahí donde éste niega la primacía del mundo material, y afirma que “lo primeramente dado son los “elementos” (sensaciones)”[2], a lo que Lenin comenta: “La palabra “elemento”, que muchos ingenuos toman (…) por una cierta innovación y un cierto descubrimiento, no hace, en realidad, , más que embrollar la cuestión con un término que nada quiere decir, y crea la engañosa apariencia de una cierta solución o de un paso adelante”[3].

 

                                 Así, Mach no encuentra dificultad alguna para “construir” todo elemento físico, a partir de las sensaciones (o éstas como elementos psíquicos), lo cual es la esencia de la fenomenología del idealismo subjetivo, pero, apunta Lenin, “que son construcciones puramente verbales, vacío escolástico que sirve para introducir de manera subrepticia el fideísmo**, cuando con Berkeley, dos siglos atrás, ya se había probado que, con ello, “no se puede “construir” más que solipsismo”[4].

 

                                 Luego Lenin pasa a la crítica sobre Avenarius y sus seguidores, Basárov y Bogdánov*** y otros, que pretenden hacerse pasar por materialistas y monistas, haciendo ver su derivación del empirocriticismo al empiromonismo, mediante el cual Avenarius critica el “dualismo” existente en la relación, por una parte, del sujeto pensante, y por otra, independientemente de él, el objeto pensado; y de ahí que, en su empiromonismo, fusionan indisolublemente al sujeto y al objeto en lo que él llama la “coordinación de principio”, por la cual no existirá objeto sin sujeto.

 

                                 Lenin muestra como tanto el empirocriticismo como el empiromonismo, intentan “parecerse al materialismo” a manera de “enmascararse en ello” para confundir; cosa que el mismo idealista consecuente Edward Hartmann critica de “mezcla de realismo ingenuo e ilusionismo absoluto”.  Ese “realismo ingenuo” es el materialismo inconsecuente, natural y espontáneo, de las ciencias naturales; y ese “ilusionismo absoluto”, dice Lenin, no es otra cosa que solipsismo.  Y, agrega éste, donde ese “realismo ingenuo” no es sino un sofisma mediocre, es decir, un embuste deliberado para confundir, y un plagio, ahora en 1801 a Gottlieb Fichte (1762-1814), tal como antes lo fue a Berkeley en 1710.

 

                                 Luego viene la parte más crucial en la teoría del empirocriticismo: la realidad es para éste, un “complejo de sensaciones” por las cuales esa realidad existe, en tanto esa realidad es pensada.  El problema que se le presentó, fue el de cómo lo no-pensando (por ejemplo las partículas elementales), es descubierto; o cómo es posible describir la Tierra en otras Eras Geológicas en lo que jamás fue experimentado, sin que en ellas hubiese habido el sujeto necesario según la “coordinación de principio”; a lo cual Mach respondió con el ridículo planteamiento de que, había una “coordinación de principio en potencia”.

 

                                 Lenin llega a un punto de trascendental importancia histórica; en un primer pasaje se refiere a Engels en la crítica de éste a Dühring (18331929): “Engels ̶dice Lenin̶, tenia completa razón al fustigar a Dühring, ateísta declarado, por haber dejado inconsecuentemente un postillo abierto al fideísmo en su filosofía…  Y aún encontremos entre nosotros algunos que pretendiendo pasar por marxistas, propagan entre las masas una filosofía rayana en el fideísmo”[5].

 

                                 Luego, en un segundo pasaje, hace ver cómo estos pseudomarxistas enfilan su crítica al materialismo (en particular al marxismo), de una manera no directa, a fin de no evidenciar su real posición, y eso lo hacen, en palabras de Lenin: “Porque los machistas temen reconocer la verdad.  Ellos luchan contra el materialismo, pero hacen como que luchan contra Plejanov (1856-1918): procedimiento cobarde y falto de principios”[6], cuando no, lo hacen contra Engels o Feuerbach (1804-1872).

 


*        Solipsismo (del lat. solus, único; e ipse, mismo): doctrina según la cual sólo existe el sujeto y su conciencia, y todo cuanto aparentemente le rodea, sólo está en su conciencia proyectada afuera del pensamiento a manera de sensaciones, al plantear las sensaciones como fuente única del conocimiento.

[1]        Op. Cit. p.33.  Subrayado nuestro.

[2]        Op. Cit. p.36.  Subrayado nuestro.

[3]        Op. Cit. p.37.

**      Fideísmo (de fide, fe, creencia), la suplantación del pensamiento científico por la creencia ciega.  Nota nuestra.

 

[4]        Op. Cit. p.38.

***     Bogdanov en 1903 se adhirió a los bolcheviques al darse la división del partido.  En 1909, tras la publicación y crítica del empirocriticismo por Lenin, fue expulsado.

[5]        Op. Cit. p.68.

[6]        Op. Cit. p.78.