Comentario a: Geografía, Prolegómenos; de Estrabón. Del Libro I. Cap. III. De los antecedentes de la medida de la Tierra. (3/)

14.01.2019 16:29

Comentario a: Geografía, Prolegómenos; de Estrabón.

Del Libro I. Cap. III. De los antecedentes de la medida de la Tierra. (3/).

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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(7 nov 18).

 

Del Libro I. Cap. III. De los antecedentes de la medida de la Tierra.

 

                                 Estrabón, en su Cap.III continúa con su crítica a Eratóstenes en la discusión de la verdad en los lindes del mito y la poesía, que Eratóstenes no acepta.  Siguiendo su comentario a la “Geografía” de Eratóstenes en la que éste trata el asunto de la forma esférica de la Tierra, y de hacer para entonces notables observaciones en su superficie, en las que Estrabón se centra; así como en precisar a Eratóstenes el que tal río no es ese sino otro, o que tal o cual lugar no está allí sino allá.

 

                                 Un exceso en la crítica lleva a Estrabón a una serie de errores que reiteradamente hará ver el traductor Ignacio Granero, recurriendo éste a las notas al respecto hechas por Germanie Aujac.  Ejemplo de ello, y cuya observación ha escapado a Aujac, aparece aquí cuando Estrabón, con cierta ironía, pregunta: “¿quién podría decir que la superficie del mar está inclinada”, cuando evidentemente es esférica de acuerdo con la gravedad, anota el mismo Estrabón.  Podría pensarse que Eratóstenes, con su expresión de “las inclinaciones del mar”, se refiere a “los climas del mar” o sea, a las latitudes en el mismo, diferenciando en él las mismas zonas latitudinales que se distinguen en los continentes.  Mas no es a ello a lo que se refiere Eratóstenes, sino al hecho de la diferencia de niveles entre unos cuerpos del mar y otros; tal como lo observamos entre el Océano Pacífico y Océano Atlántico, que no permite el flujo natural de uno a otro por el Canal de Panamá; diferencia de parecer que Hiparco tiene con Eratóstenes, y que Estrabón aprovecha para exacerbar la crítica, cuando, finalmente, Eratóstenes tenía razón.

 

                                 Se entiende que el propio Eratóstenes se refirió a todo ello en el Libro I de su “Geografía” (aproximadamente del 230 ane), la cual está criticando Estrabón; y es ya en el Libro II que Eratóstenes aborda los problemas teóricos de la geografía como ciencia[a], y la establece como ciencia físico-matemática.

 

                                 Luego Estrabón comenta el problema de la medida de la Tierra por Eratóstenes, que dice no ser aceptada “por escritores posteriores, los cuales tampoco aprueban su procedimiento de medida”[1]; y Estrabón agrega un pasaje que será fundamental para entender más adelante el procedimiento de medición de Eratóstenes.

 

                                 Eratóstenes afirma -dice Estrabón-, que desde Meore hasta Alejandría hay 10,000 estadios[b].  Entre otras medidas (excepto algunas objeto de su crítica), Estrabón las acepta -dice él-, “porque todos coinciden suficientemente con él”[2]; esto es, no por la fuerza del argumento científico, sino, adelantándose Estrabón al medievo, por una especie de “validación” por “principio de autoridad”; y, ciertamente, esa distancia quedaba en general, en las condiciones de su tiempo, correctamente determinada en las unidades de medición actuales, en 1,575 km (siendo la medida real de 1,777 km).  En consecuencia, y esto es lo esencial, se conocía ya bien las distancias, porque se conocía ya relativamente bien, el valor de 1° de latitud (real de 111.1 km, entonces determinado en 110 km).  Téngase presente pues este hecho para poder entender más adelante la hazaña de pensamiento de Eratóstenes.

 

                                 Siendo la Tierra una esfera, calculadas con relativo acierto sus distancias de modo que Eratóstenes suponía una gran extensión del Océano Atlántico, fue este el primero en afirmar lo que diecisiete siglos después fue el proyecto de Cristóbal Colón; esto es, dice Eratóstenes, que “podríamos navegar por el mismo paralelo desde Iberia hasta la India…”[3].

 


[a]      A lo que Estrabón se refiere como el “tratar de hacer una reforma a la geografía” por parte de Eratóstenes, cuando el que la quería reformara era el propio Estrabón.

[1]        Op. Cit. p.116.

[b]      Hiparco ubica a Meore a los 17° latitud N (la actual Khartoum, capital de Sudán, en realidad hacia los 15° latitud N), y Alejandría estaba determinada por Eratóstenes a los 31° latitid N (en realidad, debiendo ser 31°30’ latitud N); de modo que la diferencia de latitud de entonces es de 14° (1,555 km; real, de 1,777 Km).  Ese error de 200 km (relativamente pequeño para la época), al final se compensó en el equívoco de unas medidas por otras.  Pero lo importante en este pasaje, está en que no deja duda que ya par entonces había una acertada correlación entre el valor de 1° de arco y su longitud en estadios (unidad de medida determinada por el patrón de la longitud de un campo de juegos de atletismo de la antigua Grecia, entre 157.5 m y 158.5 m).

[2]        Op. Cit. p.117.

[3]        Op. Cit. p.121.