Comentario a, “Geografía: Fundamento de su Teoría del Conocimiento”. Estructuración de la Geografía como Ciencia, de la Antigüedad al Renacimiento (s.III ane, al XVII). Punto 2. Luis Ignacio Hernández Iriberri. 4 ene 2010. En el siglo III ane, cu

20.02.2016 16:20

Comentario a,

“Geografía: Fundamento

de su Teoría del Conocimiento”

Estructuración de la Geografía como Ciencia,

de la Antigüedad al Renacimiento

(s.III ane, al XVII). Punto 2.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

4 ene 2010.

 

                                               En el siglo III ane, cuando Eratóstenes logra determinar el perímetro de la Tierra, queda claro que la Tierra no sólo es una esfera, sino el espacio terrestre, si bien desconocido más allá del Ecumene, no será ya ni el finito y limitado Perimetrón de Anaximandro, ni un espacio infinito e ilimitado dado a la especulación; sino un espacio finito e ilimitado perfectamente determinado, para cuyo conocimiento de sus propiedades se pueden establecer hipótesis; y es ahí y por tales razones, que nace la Geografía como ciencia.

 

                                               Eratóstenes mismo le da su nombre aludiendo a la descripción de la Tierra.  No la concibe como una “Geo-logía”, es decir, como un logos o tratado acerca de la Tierra; sino como una “Geo-grafía”, esto es, una descripción de la Tierra.  Pero entre el logos y el graphé, si bien en nuestros días en la metodología científica lo primero se refiere al proceso íntegro de la sistematización del conocimiento (el ir de la observación a la descripción, y de ésta a explicación, pasando del análisis a la síntesis); por lo segundo se entiende únicamente a un momento, e incluso inicial, de ese proceso; lo cual, en consecuencia, minimiza la función científica de la Geografía.

 

                                               Sin embargo, sin salirnos del contexto del momento histórico de Eratóstenes, tal última consideración no procede.  Se tiene que analiza, entonces, el significado de la graphía o descripción entre los griegos en ese momento histórico, en donde el logos mismo, no iba más allá de lo que actualmente entendemos por descripción.

 

                                               Así, el tratado, con todo el peso del término, a lo que se refería, era al estudio y conocimiento de la naturaleza de fenómeno singular; en tanto que la descripción, refiriéndose entonces como ahora, a la enumeración de las cosas, a la forma de una estructura dada y al orden de sus elementos componentes independientemente de la naturaleza de estos; a lo que aludía en tanto descripción de la Tierra, queda claro, entonces, que era a la consideración espacial de los fenómenos singulares, independientemente de su naturaleza; y generalizándolo, al estudio y conocimiento del espacio terrestre mismo, reducido en aquel momento histórico por la autoridad de Aristóteles, al “límite que abraza un cuerpo”, y en este caso, la superficie terrestre en su concepto bidimensional.

 

                                               Representar esa superficie bidimensional de la  esfera en un plano, hizo nacer la Cartografía, no como ciencia aparte, sino como técnica y metodología geográfica para la representación y estudio del espacio terrestre.

 

                                               Con ello, la matemática tuvo su momento histórico como elemento caracterizador del conocimiento geográfico: la matemática no es sino exclusivamente una forma de describir casos complejos; como en ese momento lo era la transformación rigurosa de la esfera en un plano; o dicho de otro modo, la transformación rigurosa del espacio geográfico real, a la representación en su abstracción en un mapa; de lo cual se ocuparon en los siguientes siglos del fin de la Antigüedad, Crates, Hiparco, Gémino, Marino y Ptolomeo.

 

                                               Eratóstenes determinó así a la Geografía como ciencia del estudio del espacio terrestre; no de la naturaleza de los fenómenos singulares en sí mismos, sino, al final, de todos ellos, independientemente de su naturaleza, como elementos estructurantes y determinantes de los atributos de ese espacio.

 

                                               Ninguna otra ciencia tendrá tal objeto de estudio.  La Filosofía trata sobre el concepto de espacio como de cualquier otro; la Astronomía tiene en su lenguaje cotidiano el concepto de espacio, en particular el espacio cósmico, pero no es este en sí, como tal, lo que significa sus preocupaciones; la Matemática tiene entre sus categorías fundamentales el concepto de espacio, pero no es este objeto en sí de su estudio; la Física trata con el espacio, pero no como su objeto de estudio, sino ya como sistema inercial o el continuum respecto de lo cual se estudia el resto de los fenómenos físicos; la Geodesia trata con el espacio, incluso específicamente el espacio terrestre, pero sólo desde el trabajo acerca de sus mediciones; la Geofísica también trata con el espacio terrestre, pero no con el espacio como tal, que no está siquiera entre sus categorías fundamentales, sino precisamente con la naturaleza de los fenómenos físicos singulares.

 

                                               La única ciencia que trata con el espacio, y en particular el determinado por la Tierra, es precisamente la Geografía; aun cuando sus especialista, los geógrafos, en este asunto andan sin brújula y sin mapa, es decir, sin teoría, y por lo tanto, perdidos; jugando a hacer cualquier otra ciencia del algún fenómeno singular.  Y para qué se ha de necesitar al geógrafo, si se tiene al especialista del fenómeno.  Pero hablando del espacio terrestre, ya se podrá voltear a todas partes, que al único al que se adjudicará la responsabilidad de dar una respuesta, será al geógrafo (aun cuando este aún no sepa bien a bien, por qué, y menos aún el poder dar una respuesta).  Por lo menos hoy ya dicen estudiar el espacio, aun cuando del estudio del mismo, como tal, en su realidad y naturaleza (más allá de quien esto escribe), ninguno se ocupe, y más aún, a ese espacio se le confunda; en un error lógico de sustitución de tesis; con el estudio de la naturaleza de los fenómenos.

 

 

“Geografía: Fundamento

de su Teoría del Conocimiento”

Se conforma el sistema acerca

de la faceta geográfica de la realidad.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

4 ene 2010.

 

 

a)      Se conforma el sistema acerca

                de la faceta geográfica de la realidad.

 

                                               Eratóstenes (276-196 ane), no sólo es el más directo continuador de la escuela espacial-cartográfica, después de Dicearco;  es por sobre de todo, con quien el saber geográfico de la ciencia en General restringido a especialidad con su antecesor, alcanzar finalmente el carácter sistemático propio de toda ciencia rigurosa.

 

                                               Con Eratóstenes nace pues, la geografía cono un saber rigurosamente sistematizado y especial.  Incluso es este quien introduce el termino geografía para denominar un saber que había llegado hasta Dicearco ya bien definido.

 

                                               La obra geográfica de Eratóstenes no llegó hasta nosotros, solo se conservaron pasajes dispersos en los textos de otros científicos, por los que se conocen las contribuciones fundamentales de este.  La principal de ellas y por lo cual hay que considerar a Eratóstenes como padre de la geografía, es el haber conseguido lo que Dicearco no logró: medir la circunferencia terrestre (fig.3).

                                              

                                               Sin la idea de hiperbolizar el significado de este logro, puede compararse con cualquiera de las grandes hazañas del pensamiento humano, y es para la Geografía, precisamente la mayor hazaña, sólo semejante a los logros de Newton en física, de Mendeleiev en química, de Linneo en biología*; es decir, determinante en el ulterior desarrollo de la ciencia al echar los fundamentos de su sistemática con base en un alto esfuerzo de abstracción.  Con ello Eratóstenes logró que la superficie terrestre, a la que se redujo la noción de espacio por influencia de Aristóteles, fuese representada y descrita matemáticamente.  La medición estadial o longitudinal, que hasta Anaximandro se había considerado como hecha sobre una superficie terrestre plana, con los trabajos de Eudemo y Dicearco se convierten en mediadas angulares o sexagesimales, al considerarse ya hipotéticamente la superficie  curva de la tierra; y finalmente, con los trabajos de Eratóstenes, al proyectar la superficie curva a una superficie plana, la media sexagesimal o angular fue igualada a estadial o longitudinal, y la función cuantitativa del espacio geográfico, pasó a ser una función matematizada.

 

                                               Si Anaximandro había trazado el primer mapa del mundo, Eratóstenes tres siglos después, lo reconstruye con base a la primer proyección cartográfica, una proyección ortogonal, cuya característica es no tener un sistema de coordenadas angular, sino longitudinal (estadial), a excepción del paralelo de Rodas, aproximadamente los 36º N  (fig. 4).

 

                                               De este modo el método comparativo-cuantitativo de descripción  se perfeccionó elevándose al método descriptivo matematizado, con lo que el estudio del espacio geográfico pasa  a ser un estudio estricto y riguroso, y, por tanto, en parte, científicamente  determinado.  No obstante, como al final de la tesis se verá, esto no basta para calificar aún a la Geografía como ciencia.

 

                                               Afirmar con esto que se conforma el sistema de conocimientos acerca de la faceta geográfica de la realidad, es como consecuencia de que; con ello, Eratóstenes  por un lado, resume todo el saber geográfico hasta su tiempo, y por otro lado, determina finalmente la magnitud del espacio geográfico  reducido por noción Aristotélica a la extensión bidimensional de la superficie total de la tierra; y con ello deja indicado a los futuros geógrafos el campo de estudio a conocer.

 

                                                por un lado la Geografía había avanzado, como producto de la autoridad de Aristóteles, la escuela espacial-cartográfica no continuó por el camino del estudio del espacio de Leucipo (500-440 ane), Empédocles (483-423 ane), Demócrito (460-370 ane), y Epícuro (341-270 ane), para quienes  el espacio era el vacío exterioridad de los objetos; por el contrario, se redujo a la noción aristotélica del espacio como “límite que abraza un cuerpo”[1], o sea, como la superficie misma de la Tierra.

 

                                               Sin embargo, Eratóstenes inicio la tercera etapa del desarrollo del pensamiento geográfico y en particular de la escuela espacial-cartográfica, cuyos principales exponentes fueron ahora:  Crates (150 ane), constructor del primer globo Terráqueo; Hiparco (190-120 ane), quien desarrolló los trabajos Eratóstenes, construyó el sistema de coordenadas geográficas determinando las latitudes y longitudes, fijo los trópicos a 23º 27’ y perfeccionó así la proyección equirectangular, dándole a la geografía un contenido metodológico pleno y rigurosamente metematizado; Gémino (150 ane), que desarrolló las determinaciones astronómicas para la localización;  Marino de Tiro (120 ane), que igualmente se le atribuye haber desarrollado la “Geografía  Matemática” y el sistema de cartas geográficas con base en la proyección cilíndrica; y Ptolomeo (90-168 dne), quien intentó el perfeccionamiento del sistema de coordenadas e introdujo la proyección cónica entre otros trabajos de trascendente importancia geográfica (fig.5,6).  Sólo en china, Pei Hsiu (224-273), llevó la geografía a la altura de los griegos.

 

                                               Por otra parte, fue en esta época precisamente cuando la geografía fenomenológico-historiográfica trabajó hasta colocarse a la par que la geografía espacial-cartográfica.   Sus principales exponentes fueron: Demetrio de Falera (280 ane), historiador y autoridad política en su época; Polibio (210-125 ane), historiador de gran autoridad; Posidonio (135-51 ane),  maestro de Estrabón y una de las figuras más importantes de esta escuela de la Geografía; Tirannión (s.I ane), geógrafo de esta escuela, maestro de Estrabón;  Agripa (s.I ane), que aun cuando no perteneciente a la misma escuela filosófica de los anteriores, el estoicismo, sí de una muy próxima a ella, el escepticismo; Estrabón mismo (68 ane-25 ene), historiador fundamentalmente, que buscó completar, la obra de la “historia en el tiempo” de Polibio, con su obra “Geografía”, como la “historia en el espacio”[2]; Pomponio Mela (s.I dne) geógrafo de descripción literalizada en cuyas obras están las raíces de los mapas de rutas; y Plinio el viejo (23-79), considerado como geógrafo por la escuela fenomenológico-historiográfica por su historia natural, obra en 37 libros de tipo enciclopédico.

 

 


*       Por un equívoco, en el original se puso el nombre del geólogo Lyell, debiendo ser del biólogo Linneo.

[1]       Abbagnano, Nicola; Diccionario de Filosofía; Fondo de Cultura Económica; México, 1966; (v. Espacio).

[2]       Estrabón; Geografía. Prolegómenos; Editorial Aguilar; Madrid, 1980; p.XXIV, XXXI.