Breviario Materialismo Dialéctico. Prefacio.

13.10.2016 06:01

Breviario

Materialismo Dialéctico.*

Prefacio.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.**

www.dimensionalidad.webnode.mx

14 sep 16.

 

Prefacio.

 

                                 “La dialéctica materialista -dice Lenin-, es todopoderosa, porque es exacta”.  Y así es.  Y es exacta, no sólo porque en ella converge, a partir de mediados del siglo XIX, tanto el pensamiento de la ciencia, como su método en el conocimiento verdadero (dado en la lógica dialéctica), en un pensamiento científico que se origina entre los siglos XVI-XVII con Galileo (1564-1642), y Kepler (1571-1530), comenzando su teorización con F. Bacon (1561-1626), y Descartes (1596-1650); sino porque ese pensamiento científico encuentra en la dialéctica materialista su fundamento gnoseológico, o sea, su fundamento filosófico en una teoría del conocimiento objetiva, que permite el conocimiento verdadero de la realidad objetiva.

 

                                 Nada consume más esfuerzos en los ideólogos de la burguesía y el capital, que el difundir la confusión en el proletariado.  Su estrategia no ha sido la “refutación de Marx” (por demás, lo que sería un vano intento de refutación de lo irrefutable), , sino, por todo lo contrario, su aparente afirmación desde un “nuevo marxismo” (o “neomarxismo”), aparecido ya desde los años treinta del siglo XX, en una labor sistemática de desvirtuación eclecticista y sofística, de las tesis esenciales del marxismo.

 

                                 Desde Gramsci (1891-1937), y sus supuestos “desarrollos de Marx” con tesis tales como la “hegemonía del proletariado”, con la cual sustituía la tesis marxista de la “dictadura del proletariado”; o su tesis de las “contradicciones de la superestructura”, en que se le da más importancia en las luchas del proletariado a los aspectos de la conciencia, que a la dominación económico-política del Estado; o la tesis de sus “bloques históricos”, con los que sutilmente pretende reemplazar la esencial tesis marxista de los “modos de producción” y la “lucha de clases” en ellos.  Este se convierte así, en antecedente de lo que luego fue una nueva etapa en la “Escuela de Frankfurt”, surgida en 1923 con Horkheimer (1895.1973), filósofo y sociólogo; y Marcuse (1898-1979), psicólogo; pero que a partir de 1937 establece su fundamento filosófico en la llamada “teoría crítica”, que con Adorno (1903-1969), musicólogo, derivó a la “crítica de la razón moderna” (es decir, de la Ilustración).  Una tercera etapa de la “Escuela de Frankfurt” a partir de 1950, se da precisamente con autores tales como Adorno, y Habermas (1929-…), comunicólogo, formando parte de ello el Fromm (1900-1980), psicoanalista.

 

                                 En este esfuerzo de lucha contra el marxismo, contribuyó a su vez Popper (1902-1994), y su filosofía del “racionalismo crítico”, muy influyente en los años cincuenta a setenta, quien niega el principio de verificación en la hipótesis, y hace de todo conocimiento un conocimiento relativo.

 

                                 Todo ello se dio de manera simultánea a la existencia y poderosa influencia de la URSS, desde donde todo ello fue relativamente menospreciado como las “nuevas izquierdas”, de moda pasajera; y no obstante, ese “neomarxismo”, junto con el pragmatismo y el existencialismo, constituye uno de los pilares fundamentales de la nueva ideología burguesa: la llamada “posmodernidad” (que surge, no por nuevos aportes del pensamiento humano, sino por simple oposición a la modernidad, negando todo lo que ésta dio al desarrollo del conocimiento); “posmodernidad” que como tal se formaliza a partir de la publicación del trabajo de Lyotard (1924-1998), “La Condición Posmoderna” (1979), autor que destaca por sus análisis económico freudianos, que pretenden ir más allá de Marx y Freud juntos.

 

                                 Continuador de Lyotard es el sociólogo E. Morin (1921-…), estudioso de los problemas de la cultura y sus medios de difusión, en una época (fines de los noventa), en que se comienza a hablar del “imaginario social”, como una “realidad construida” de manera colectiva, haciendo aparecer su filosofía del “pensamiento complejo”, como una variante del idealismo subjetivo; una negación del método analítico-sintético e hipotético-deductivo de la ciencia, que se suple por un nuevo “intuicionismo”, para poderse guiar en un mundo amorfo, en donde todo es caos e incertidumbre.

 

                                 Enfrentamos hoy un momento histórico de dominio del pensamiento idealista subjetivo (que reconoce la existencia de la realidad objetiva fuera del pensamiento, si bien amorfa y caótica), en el cual las ideas, ahora ya no son innatas, sino “inculcadas” en el cerebro en la práctica social, a partir de una “estructuras mentales” fuera del pensamiento.

 

                                 Ante tal oscurantismo debemos dar una lucha ideológica reponiendo el pensamiento científico como el conocimiento objetivo de la realidad objetiva, y el método de la ciencia en función del conocimiento de la verdad; por su objetividad, causalidad, lógica o procedimientos hipotético-deductivos, en la práctica histórico-social, y con carácter de predictibilidad científica; en las mentes del proletariado, en tanto su principal herramienta para interpretar el mundo con certeza, y poder transformarlo en su interés.

 



*        Luego de pocos años a la desintegración de la Unión Soviética, aquellos ricos materiales publicados por el Instituto Marx-Engels y el Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la URSS, se extinguieron en las librerías.  En una acientífica asociación por la que, a la caída de la URSS, se dio por fracasado el pensamiento filosófico, social, económico y político del marxismo, a su vez, las editoriales dejaron de publicar todos esos materiales de la marxología.  A un cuarto de siglo de aquel acontecimiento y sus consecuencias, una nueva iniciativa histórica del proletariado reclama nuevamente de la explicación de su teoría propia, y a ello viene la contribución de esta publicación.

**      Geógrafo (UNAM, 1979); con estudios de Maestría en Geografía (UNAM, 1982-1984), y Doctorado en Geografía (UNAM, 1985); con una Maestría en Educación Superior (2003-2005), y estudios de Doctorado en Filosofía (CIDHEM, 2007-2009).  Militante comunista en los años setenta; miembro del Secretariado de un Comité Distrital, a cargo de la “Secretaría de Formación Proletaria”.

 



*        Luego de pocos años a la desintegración de la Unión Soviética, aquellos ricos materiales publicados por el Instituto Marx-Engels y el Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la URSS, se extinguieron en las librerías.  En una acientífica asociación por la que, a la caída de la URSS, se dio por fracasado el pensamiento filosófico, social, económico y político del marxismo, a su vez, las editoriales dejaron de publicar todos esos materiales de la marxología.  A un cuarto de siglo de aquel acontecimiento y sus consecuencias, una nueva iniciativa histórica del proletariado reclama nuevamente de la explicación de su teoría propia, y a ello viene la contribución de esta publicación.

**      Geógrafo (UNAM, 1979); con estudios de Maestría en Geografía (UNAM, 1982-1984), y Doctorado en Geografía (UNAM, 1985); con una Maestría en Educación Superior (2003-2005), y estudios de Doctorado en Filosofía (CIDHEM, 2007-2009).  Militante comunista en los años setenta; miembro del Secretariado de un Comité Distrital, a cargo de la “Secretaría de Formación Proletaria”.