Breviario Materialismo Dialéctico. Cap. VI. La Realización Social Humana. La Teoría del Humanismo. 4) La realización social humana.

28.12.2016 16:08

Breviario

Materialismo Dialéctico.

Cap. VI.  La Realización Social Humana.  La Teoría del Humanismo.

4)      La realización social humana.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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26 dic 16.

 

Cap. VI.  La Realización Social Humana.  La Teoría del Humanismo.

 

4)      La realización social humana.

 

                                 Visto que el problema general del humanismo es su propósito antropocentrista contra el teocentrismo, que lo convierte en una lucha ateísta contra el teísmo teocrático medieval; el humanismo es un asunto eminentemente de la Época Moderna (del Renacimiento en el siglo XV a nuestros días).

 

                                 Una forma de desvirtuación de ese carácter esencial del humanismo, ha sido el pretender considerar su surgimiento desde la filosofía socrática.  Pero cuando Sócrates (470-399 ane), toma el principio de Protágoras (487-412 ane), de que: “El hombre es la medida de todas las cosas”, lo que está ocurriendo no es el surgimiento de un pensamiento humanista, sino la no irrelevante transición de la “filosofía de la naturaleza”, a la primera forma dela “filosofía de lo social”, en el ámbito del pensamiento idealista.

 

                                 En la Antigüedad no podía surgir el humanismo como tal: la reivindicación de la dignidad humana, de su capacidad para tomar en sus manos su propio destino, puesto que, en la época de Sócrates, el siglo V ane, no un Dios, sino múltiples dioses en el paganismo reinaban en la mente de os pensadores más avanzados.  El ser humano estaba sujeto al designio de los dioses, y ello es una negación total de todo humanismo, el cual, por lo contrario, aparece con la negación total de todo dios.

 

                                 Esa lucha histórica del teísmo y el ateísmo, es no sólo una lucha entre lo verdadero y lo falso, que se despliega entre la ciencia y la religión; sino es también, una lucha entre el juicio de lo bueno y lo malo en el ámbito de las teorías éticas acerca de la moral general o de la moral religiosa; e incluso, entre lo bello y lo feo como valoración estética de un pensamiento abierto, dialéctico; o un pensamiento cerrado, prejuicioso y dogmático.

 

                                 Mas, cuando el fundamento de toda religión, de todo juicio restringido en un código moral religioso o valoración prejuiciada por preceptos de un dogma de fe, es la filosofía del idealismo; así como todo fundamento del pensamiento científico, de la ética como teoría de la moral y esta relativa a las costumbres sociales en general, o de la valoración estética que enaltece el espíritu humano (su sentimiento e intención real), es el fundamento de la filosofía del materialismo dialéctico; esa lucha del humanismo se traduce a su vez como una lucha por el materialismo dialéctico, tanto como el pensamiento materialista dialéctico es el fundamento de esa lucha por el humanismo.  Razón última por la cual, más allá de una razón social, por una razón filosófica, hemos considerado a la teoría del humanismo como parte fundamental de la misma filosofía dialéctico materialista, en tanto su realización social humana.

 

                                 El ámbito en el que principalmente se discute el humanismo por la incidencia en él de la ideología burguesa, es en la teoría de la moral (en una visión más amplia desde el materialismo dialéctico, el humanismo está presente lo mismo en la ciencia y el problema de la verdad, que en la estética y el problema de lo bello y creativo), en donde el humanismo se ve reducido a “humanitarismo misericordioso”; y en esta visión del asunto, moralmente, ese “humanismo burgués”, ideología del capitalismo, se elabora sobre la base de una axiología (teoría de los valores), subjetivista e individualista, en donde el acto moral, en una responsabilidad consigo mismo, es juzgado por el individuo mismo, en la reivindicación o exculpación ante Dios, en los valores morales de la caridad, la dádiva, la misericordia, sustentados en la fe y la esperanza teologales.

 

                                 Por lo contrario, esa teoría de la moral desde los fundamentos del materialismo dialéctico, como expresión de un humanismo proletario (que, al final, todo humanismo es en realidad proletario), es la esencia misma de la ideología socialista, cuyos valores morales se sustentan, de manera objetiva, en el acto moral juzgado socialmente (fuera del sujeto e independiente de su voluntad); sociedad frente a la cual, y no consigo mismo, el individuo asume su responsabilidad y compromiso, en los valores morales de la dignidad humana, de la libertad, del trabajo, del sacrificio por su alter ego, sustentados en la fe en lo humano, y en la decisión social proletaria.

 

                                 La sociedad socialista será la aplicación y desarrollo de estos calores cada vez en un más alto grado, que eleven el progreso moral y el desarrollo de la humanidad, consumándose en la realización de una sociedad comunista.