Breviario Materialismo Dialéctico. Cap. V. Teoría del Conocimiento Materialista Dialéctica. 1) Sistemas filosóficos y teorías del conocimiento.

19.12.2016 18:25

Breviario

Materialismo Dialéctico.

Cap. V.  Teoría del Conocimiento Materialista Dialéctica.

1)      Sistemas filosóficos y teorías del conocimiento.

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

https://dimensionalidad.webnode.mx

11 dic 16.

 

Cap. V.  Teoría del Conocimiento Materialista Dialéctica.

 

1)      Sistemas filosóficos y teorías del conocimiento.

 

                                 La teoría del conocimiento (gnoseología), es aquella que trata sobre las leyes del proceso cognoscitivo, de los métodos, medios y procesos para el conocimiento verdadero.

 

                                 En la filosofía materialista dialéctica, se reconoce como el fundamento de dicha teoría, el acto del reflejo del mundo objetivo en el pensamiento; mas no como si este reflejo fuese en un espejo, sino en la elaboración de representaciones, conceptos, juicios, ideas, etc; resultado de la actividad práctica y transformadora de la realidad por el sujeto.  En consecuencia, el conocimiento no depende únicamente de las leyes del mundo exterior reflejadas en nuestro pensamiento (leyes del ser), sino, a su vez, de las leyes que rigen el pensar.

 

                                 La esencia del proceso del conocimiento, lo constituye la determinación del conocimiento verdadero, como base de una dirección consciente y científica de la transformación de la realidad.  De este modo, no basta con el conocimiento de las leyes del mundo objetivo, sino es necesario el conocimiento de las leyes que rigen el ámbito de lo subjetivo: el pensar, a fin de que este pensar, en su interpretación del mundo, se ajuste lo más plenamente a la realidad objetiva; lo cual se sintetiza en la idea del <<reflejo objetivo de la realidad objetiva>>.  Sólo con un conocimiento objetivo de la realidad objetiva, se puede prever científicamente los acontecimientos para enfrentarlos.  Al respecto, apunta Kursánov: ”Los ideólogos de la clase condenada por la historia temen al futuro y por ello entran en contradicción con el conocimiento verdadero del presente”[1].

 

                                 Estos ideólogos predican cada vez con más fuerza la revisión de la ciencia y la verdad objetiva, y, en oposición a ello, enaltecen el reino del subjetivismo.  Dichos ideólogos se asemejan cada vez más en su discurso a los clérigos de la metafísica medieval y del esoterismo.  Ese conocimiento científico aportador de la verdad objetiva, está ya sólo en interés de las clases oprimidas que aspiran a un futuro de libertad.  De ahí la interesante cita que Kursánov recoge de Einstein: “La teoría del conocimiento -dice Einstein-, desconectada de la ciencia se convierte en un esquema vacío.  La ciencia sin la teoría del conocimiento, en el caso de que sea concebible en general sin ella, es rudimentaria y desordenada”[2].

 

                                 En la teoría del conocimiento como parte de la filosofía en general, es donde se estudia esa relación entre el sujeto y el objeto del mundo material que le rodea; y en el que se radica como tal, el problema fundamental de la filosofía: esto es, la relación entre el sujeto y el objeto.

 

                                 Frente a las diversas teorías del conocimiento idealistas (denominadas en esta corriente de pensamiento como “epistemología”), la filosofía materialista afirma: 1) el mundo material es lo primero; 2) ese mundo material es objetivo, armónico, ordenado, sistemático, posible de conocerlo en su esencia; 3) la teoría del reflejo es la que nos permite entender las contradicciones de la realidad misma y su movimiento; y 4) es en la práctica social donde: a) se tiene la base de todo el conocimiento; b) es el fundamental criterio de la verdad; y c) es objetivo final del conocimiento.

 

                                 De una división general de los sistemas filosóficos, es posible clasificar cuatro grandes formas de la teoría del conocimiento: 1) en el campo del idealismo filosófico (y como más influyentes en México; el kantismo o filosofía trascendental; el positivismo y sus variantes; el existencialismo, el pragmatismo, la “filosofía de la superestructura” o “neomarxismo”, la “filosofía critica”), se dan dos grupos en la teoría del conocimiento: a) la metafísica (Platón, Hegel), de un idealismo objetivo; y b) la fenomenología (Kant, Comte), de un idealismo subjetivo.  Y en el campo del materialismo filosófico (el materialismo mecanicista y el materialismo dialéctico), se tiene otros dos grupos en la teoría del conocimiento: a) el propiamente denominado materialismo mecanicista; y b) el propiamente denominado materialismo dialéctico.

 

                                 La teoría del conocimiento en el ámbito de la metafísica o idealismo objetivo, consiste en que, en principio, no se reconoce la existencia de la realidad objetiva fuera del pensamiento, considerando a dicha realidad tan sólo como “apariencia”.  El mundo objetivo es propiamente el mundo de las ideas, y de ahí su denominación como “idealismo objetivo”.  En esta teoría del conocimiento, la “realidad pensada”, es idéntica a la “realidad objetiva”.

 

                                 El segundo grupo es el de la fenomenología o idealismo subjetivo.  Aquí sí se acepta la existencia de un mundo de los objetos materiales fuera del pensamiento, si bien como una realidad caótica, amorfa, incierta e indeterminada, de la cual no es posible conocer su esencia, y el pensamiento se reduce sólo a ordenarlo, a reconocer en ella a las ideas (objetivarlas, y de ahí lo de “idealismo subjetivo”), y a describir esa realidad exclusivamente.  De ello se sigue el que la realidad es según el sujeto pensante en el que cada cual tiene su verdad, y de ahí que haya, en forma horizontal, existiendo simultáneamente tantas variantes del idealismo subjetivo como pensadores posibles.  En ello, la “realidad pensada”, en tanto “se proyecta” sobre el mudo exterior, es idéntica a la “realidad objetiva o concreta”.

 

                                 Por su parte en el materialismo, el comportamiento histórico es vertical, unilineal, en donde en cada época existe básicamente una forma dominante del pensamiento materialista, y ese materialismo mecanicista básicamente corresponde a los siglos XVIII-XIX, conocido a su vez como “premarxista”, en el que, reconociéndose el reflejo de la realidad objetiva en el pensamiento, ese reflejo se asemejaba precisamente al de un espejo, en el cual “la realidad pensada”, era a su vez idéntica a la “realidad objetiva concreta”.  Ya en el materialismo mecanicista se reconocía el papel primario de las sensaciones en la percepción y representación de la realidad, de lo cual derivaba el conocimiento racional en la formación de conceptos, juicios y raciocinios en los cuales se obtienen deductivamente nuevos conocimientos.

 

                                 Ese error de identificar la “realidad pensada” con la “realidad concreta”, llevó al desarrollo del materialismo dialéctico, en donde dicha “realidad pensada”, nunca es igual (y mucho menos idéntica), a la “realidad objetiva o concreta”, puesto que el sujeto no capta de una buena vez todos los aspectos de un objeto o fenómeno; pero más aún, porque siendo el pensamiento posterior a las posibles transformaciones de la realidad, lo pensado siempre va un paso atrás en el reflejo de la realidad, teniéndose la necesidad permanente, mediante la ciencia, de indagar su esencia.

 

 


[1]        Kursánov, G; Problemas Fundamentales del Materialismo Dialéctico; Ediciones Palomar; México, 1966; p.273.

[2]        Ibid. p.274.