Breviario Materialismo Dialéctico. Cap IV. Formalización Teórica del Materialismo Dialéctico. 4) Categorías Fundamentales. e) Objetivo y subjetivo.
Breviario
Materialismo Dialéctico.
Cap. IV. Formalización Teórica del Materialismo Dialéctico.
4) Categorías Fundamentales. e) Objetivo y subjetivo.
Luis Ignacio Hernández Iriberri.
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20 oct 16.
Cap. IV. Formalización Teórica del Materialismo Dialéctico.
4) Categorías Fundamentales.
e) Objetivo y subjetivo.
Lo objetivo se refiere a la aceptación de la realidad que existe fuera de nuestro pensamiento e independientemente de nuestros deseos o voluntad, y ello no quiere decir, como lo afirman los teóricos idealistas burgueses, “neutralidad”.
Lo objetivo (del lat. Objicere, lo que está por encima o por delante de), se refiere, pues, al mundo de los objetos materiales fuera de nuestro pensamiento. En consecuencia, el principio de objetividad, significa, en la dialéctica materialista, el apegarse a los hechos dados fuera de nuestro pensamiento, reflejándolos lo más fielmente posible.
La objetividad es algo en el método de la dialéctica materialista, que le distingue esencialmente d la posición idealista, por su parte, eminentemente subjetiva (de lat. Subjicere, lo que está debajo o detrás de), en este caso, en la exclusiva consideración u opinión del sujeto; posición en la cual se asume que es la realidad la que depende de las representaciones, conceptos o juicios del que piensa.
La objetividad, en ese apegarse a la realidad, significa el rompimiento con toda idea preestablecida, particularmente aquellas referidas al mundo de lo fantástico, de las supersticiones y creencias religiosas; y es esa la razón por la cual, es lo que distingue al pensamiento materialista dialéctico. El idealismo desvirtúa la objetividad como “lo neutro”, como el “no tomar partido” por una ideología o posición teórica; cuando que la objetividad, el apegarse a la realidad dada, no se contrapone a tomar partido en la ciencia y definir una posición ideológica. En ese sentido, dialécticamente, la objetividad supone una subjetividad, pero donde esa subjetividad está formada no por ideas arbitrarias, sino por el reflejo consistente de la realidad o del mundo de lo objetivo. Dicho de la manera en que más bellamente se expresa en la dialéctica; esto es, en la esencia de la unidad, lucha y transformación de los opuestos: la objetividad no es más que la “condensación” de lo subjetivo; tal como la subjetividad, no es sino el despliegue de la objetividad.
Así, todo el aparato de nuestra subjetividad, las sensaciones, el reflejo del mundo en la representación de las cosas en ideas o conceptos, juicios y raciocinios, el pensamiento, la conciencia; debe ponerse al servicio de la objetividad; es a ello a lo que se denomina como “conocimiento objetivo de la realidad objetiva”: el conocimiento del mundo tal cual es, entendiendo que toda la subjetividad es producto del reflejo de ese mundo exterior, y no, como lo entiende el idealismo, que el mundo exterior es producto del pensamiento.