Breviario Materialismo Dialéctico. Cap. IV. Formalización Teórica del Materialismo Diaéctico. 4) Categorías Fundamentales. c) Sustancia y campo.
Breviario
Materialismo Dialéctico.
Cap. IV. Formalización Teórica del Materialismo Dialéctico.
4) Categorías Fundamentales. c) Sustancia y campo.
Luis Ignacio Hernández Iriberri.
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15 nov 16.
Cap. IV. Formalización Teórica del Materialismo Dialéctico.
4) Categorías Fundamentales.
b) Sustancia y campo.
La sustancia y el campo han sido en la marxología, dos conceptos generales no considerados en el rango de categorías fundamentales, pero nosotros las elevamos aquí a ese rango, en tanto que son dos conceptos fundamentales que complementan las nociones de la materialidad del mundo.
Así, la sustancia (o substancia), es la materialidad misma del mundo en movimiento. En ese sentido, es una categoría que expresa una relación distinta de la materia, de aquella de la materia con respecto a la conciencia, y, en este caso, la sustancia es la materia -dice Frolov- en relación a “la unidad interna e todas las formas las formas de movimiento” y de todas las contradicciones, incluyendo aquella entre el ser y la conciencia. La sustancia es pues, algo más allá de cómo se entendía antiguamente, como “lo corpóreo” tangible.
De este modo, los conceptos de sustancia y campo, designan las dos variedades fundamentales de la materia, distinguibles, no por la forma corpórea o incorpórea, sino por el tipo de unidad interna de la forma de movimiento de la materia, misma que puede ser discreta (la sustancia formad a de átomos y moléculas, de masa en reposo), o continua, (de campos, de electrones, fotones, nucleónico o mesónico, de masa en reposo nula).
Si se ve con detenimiento, aquí está claro que el campo es a su vez sustancia (un tipo de unidad interna de la forma de movimiento de la materia), pero “sustancia desplegada”; tanto como la sustancia es campo (otro tipo de unidad interna de la forma de movimiento de la materia), pero, “campo condensado”.
La errónea idea metafísica de identificar la sustancia con lo corpóreo, y lo corpóreo con lo material, se complementa con la idea errónea de identificar los campos con la energía, la energía con lo incorpóreo, y lo incorpóreo con lo inmaterial. En este segundo aspecto relativo al concepto de energía, debe aclararse, desde el punto de vista de la dialéctica materialista, que la energía es sólo un valor de medida equivalente, entre los diversos valores de medida. Esto es que, la energía no es “un algo” inmaterial, sino simplemente un valor de medida, un valor de acción o fuerza.
De este modo, en las limitaciones no sólo de la ciencia del tiempo de Einstein, sino a su vez, de su propia ideología, éste estableció en su famosa fórmula E = mc2, la idea que la metafísica ja entendido como que, “la materia se transforma en energía”; entendido como lo corpóreo sustancial (“lo material”), que se transforma en “algo inmaterial” (la “energía”).
Superando las limitaciones de aquellos conceptos necesidad de su tiempo, dicha ecuación de Einstein equivale a decir que, los campos, son igual a la masa a la que se le ha impulsado al cuadrado de la velocidad de la luz (es decir, transformada en masa en reposo nula), de modo que esa masa contiene un equivalente dado de energía (de una fuerza).
Ello implica una particular importancia al aplicar los conceptos de lo discreto y lo continuo, pues en las transformaciones de uno en otro, se expresa la dialéctica de la dimensionalidad material; es decir, la dialéctica natural en las transformaciones de la unidad interna de las formas de movimiento, que llevan, ahora sí, del campo vacío (el espacio), a lo sustancial corpóreo (los átomos), en las sucesivas transformaciones de los estados de la materia.