Aplicaciones del Materialismo Dialéctico a la Teoría de la Educación. La Contradicción Principal de la Teoría de la Educación Popular (2).

08.07.2017 14:30

Aplicación del Materialismo Dialéctico

a la Teoría de la Educación.

La Contradicción Principal

de la Teoría de la Educación Popular (2).

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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(17 jun 17).

 

 

               La contradicción principal

               de la teoría de la Educación Popular (2).

 

                                           Hasta la educación positivista, decíamos, ésta concordaba con los intereses de progreso y desarrollo del naciente proletariado mexicano.  Pero la educación positivista y sus “buenos propósitos” en manos de la burguesía del período económico liberal, se cerró en 1912, poco después de iniciada la Revolución Democrático-Burguesa de 1910.  Se abrió un largo período de transición caótica, en donde ideológicamente lucharon por establecerse los sistemas educativos  propuestos, por un lado, por el anarquismo: la educación del pueblo o educación popular, es la llamada “Escuela Moderna” o “Escuela Racionalista", que reivindicaba la educación de la modernidad ilustrada con fundamento en la filosofía materialista (si bien con las limitaciones del mecanicismo), pues en los anarquistas no hacía mella el marxismo ya consolidado para entonces); por otro lado, el incipiente comunismo que en México se fundó organizadamente con el Partido Comunista Mexicano (PCM) en 1919, cuyo proyecto era, por supuesto, la educción popular en la educación socialista, con fundamento en el marxismo, poco o nada entendido en México en ese entonces, específicamente en la parte de los fundamentos filosóficos dialéctico materialistas; y finalmente, el proyecto vasconcelista del Estado, en una especie de educación “criolla” burguesa.

 

                                           Si la educación anarquista estaba inmersa en la ideología del socialismo utópico (en una especie de “capitalismo bueno”); la educación comunista o socialista, desde luego, estaba inmersa, por su parte, en la ideología revolucionaria de una sociedad socialista (que para entonces había dejado de ser utópica y era ya una realidad desde 1917 en Rusia).  A primera vista parecía que, entonces, se rompía con el capitalismo; pero no, lo que ocurrió fue exactamente lo contrario; particularmente a partir de 1934 con el gobierno de Lázaro Cárdenas, se estrecha por las razones estratégicas del comunismo, de crear primero las condiciones objetivas como base material del socialismo, las relaciones de colaboración en alianza con la burguesía capitalista en el poder.

 

                                           Entonces, a cambio de que los comunistas organizaran los sindicatos, particularmente la unificación de los sindicatos de las compañías petroleras en un Sindicato Único de Trabajadores Peroleros de la República Mexicana, a fin de consumar la expropiación petrolera, el gobierno de Lázaro Cárdenas concedió al PCM el establecimiento oficial de la educación socialista.

 

                                           Esa esencial negociación pone muy en claro la caracterización del nuevo momento histórico: la alianza de clases para un desarrollo capitalista más sólido, condición necesaria para establecer posteriormente un régimen socialista.  E incluso, a partir de 1930, el modelo económico capitalista en México, en consonancia, es, a partir de entonces, el llamado “modelo económico de economía mixta, o de economía regulada”.

 

                                           La ideología dominante hasta ese entonces en ese lapso de caos y trancición, fue esa ideología democrática burguesa triunfante en la Revolución de 1910-1917.  La educación socialista en un sistema capitalista era una paradoja, un contrasentido dado por la circunstancialidad histórica en la que el proletariado entra en escena como clase social organizada en México.  La educación socialista, ya más que una educación popular de una “educación de masas” (aparentemente “sin ideología”, pero con la ideología burguesa oculta), es una educación popular con una ideología de clase proletaria, es una educación popular en tanto educación proletaria con claro fundamento en la filosofía materialista dialéctica.  Las características esenciales que permiten definir a la educación popular, se modificaron, ahora: 1) la educación popular es una educación, más que “de masas”, una educación con una clara ideología de clase social proletaria; y 2) como educación socialista oficialmente reconocida, ya no se trata, como en la educación capitalista, de una mera capacitación y calificación de la fuerza productiva, sino de la transformación del mundo, empezando por la emancipación del proletariado.  Toda una contradicción, y no propiamente dialéctica, sino de un contrasentido histórico, en el que en una educación socialista no puede ser en un orden capitalista.  Y concluido el régimen de gobierno de Lázaro Cárdenas en 1940, inmediatamente la educación socialista se derogó de la Constitución, y se estableció entonces, en lugar de esas “ideas extranjerizantes”, la educación de la “Escuela Nacionalista”, incluso con un nuevo fundamento teórico educativo: la educación psicopedagógica de la llamada “Escuela Nueva”, o de la “Nueva Educación”, en el fundamento filosófico-pedagógico del conductismo.