Aplicación del Materialismo Dialéctico a la Teoría de la Educación. La Contradicción Principal de la Teoría de la Educación Popular (1).

03.07.2017 12:42

 Aplicación del Materialismo Dialéctico

a la Teoría de la Educación.

La Contradicción Principal

de la Teoría de la Educación Popular (1).

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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(17 jun 17).

 

 

               La contradicción principal

               de la teoría de la Educación Popular (1).

 

                                           Determinar y definir antes la categoría fundamental, objeto de estudio de la educación, así como la clasificación popular en una de las dos grandes teorías de la educación, la sociopedagogía o la psicopedagogía, es condición necesaria para poder determinar, ahora, la contradicción principal; esencial aplicación de la dialéctica materialista.

 

                                           Así, la educación popular, clasificada en el campo de la teoría sociopedagógica, centrada en el conocimiento objetivo de la realidad objetiva, y en la responsabilidad y compromiso del educando por dicho conocimiento, se mueve en la principal unidad y lucha de contrarios, por un lado, de los procesos ideológico-sociales de la alienación y enajenación del orden económico-social capitalista y fuerzas adversas a la emancipación del proletariado; y por otro lado, de los procesos de humanización del ser humano para hacer de él un ser humano real.  Lo que está en el fondo de esta contradicción es la lucha por la conciencia de la necesidad, que más tarde lleven al individuo a las determinaciones de su acción emancipativa (todo lo cual define el concepto de “libertad”).

 

                                           Como podrá ver con toda evidencia cualquiera mínimamente entendido en esto, la teoría marxista, dialéctico materialista, de la educación, adquiere por tal contradicción, una dimensión inconmensurable en la lucha ideológica de las clases sociales.

 

                                           Analizar esta contradicción, es revisarla en el movimiento de su historia (en su devenir), lo que permitirá entender su tendencia y evolución futura.  En este ensayo nos centramos en resolver los fundamentos de la Educación Popular, y más aún, de la experiencia de la misma en México, por lo que es necesario, primero, caracterizarla históricamente, y segundo, establecer su periodización histórica por sus cambios más notables.

 

                                           No viene al caso remitirnos al Tepuzcalli de la época de los pueblos originarios, ni las variedades de la educación en el Virreinato; podríamos partir de la llamada educación lancasteriana del siglo XIX, que en la necesidad de la educación de masas en el México Independiente que se adentra lentamente en el capitalismo, adquiere formas de “educación para el pueblo” o de “educación popular”, pero, por lo tanto, se hace necesario definir tal concepto.

 

                                           A nuestro juicio, si bien literalmente la “educación popular” es la “educación del pueblo”, esa sería sólo la característica más general dada en ese período histórico del siglo XIX, hasta antes de 1867, a la restauración de la República.  Hasta ahí, el incipiente capitalismo requería, para empezar, una fuerza productiva alfabetizada, que comenzara a familiarizarse y dominar el nuevo lenguaje tecnológico de la fábrica y de las partes y elementos integrantes de una máquina, el saber seguir el instructivo de su operación, etc.  La ideología dominante fue la de una burguesía progresista en el ámbito del modelo económico capitalista liberal.

 

                                           A la Restauración dela República en 1867, Benito Juárez crea el Sistema Educativo Nacional, de cuyo ministerio se encarga Gabino Barreda, connotado discípulo del elaborador (desde 1830) de la filosofía positivista, Augusto Comte.  La educación en México con fundamento con un fundamento filosófico-pedagógico positivista a partir de 1867, fue el sistema educativo heredero del lancasaterianismo, con un sentido más dirigido a las amplias masas, en esa idea de Comenio retomada por la burguesía progresista y liberal de ese entonces, de <<Enseñar a Todos de Todo>>.  La educación positivista ya no fue sólo esencialmente alfabetizadora, sino con el propósito de formar los primeros elementos científico-técnicos de entre una pequeñaburguesía progresista y un proletariado ascendente, lo cual, en cierto modo, logró.  De modo que esa educación en cierta manera de masas con ese sentido de educación popular que respondía a las necesidades imperiosas de la producción capitalista en la capacitación y calificación de la mano de obra y de cuadros científico-técnicos, agrega el hecho de que la educación popular: 1) no sólo ha de ser de masas, sino; 2) de altos grados de capacitación y calificación científico-técnica.

 

                                           Hasta ahí, la ideología dominante seguía siendo la de la burguesía progresista liberal, que concordaba con los intereses de progreso y desarrollo del naciente proletariado mexicano.