6. Consistencia Lógica del Desarrollo de la Geografía Sobre la Base de los Postulados de Eratóstenes: Conclusiones. II Parte

17.06.2019 15:11

6.  Consistencia Lógica del Desarrollo de la Geografía

Sobre la Base de los Postulados de Eratóstenes:

Conclusiones. II Parte

Luis Ignacio Hernández Iriberri.

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       Conclusiones. II Parte

 

                                 Hasta aquí, hemos expuesto lo básico de la “simetría dimensional” que desarrolla la teoría de la geografía como ciencia del estudio del espacio, en plena consistencia lógica con los postulados físico-matemáticos de Eratóstenes.

 

                                 Ahora hay que proceder conforme a la formalización teórica de la teoría del espacio geográfico, en donde, en lo esencial, por una parte, ha quedado desechada la suplantación de tesis estraboniana, que en una “geografía fenomenista”, precisamente indujo al geógrafo (particularmente durante los siglos XIX-XX), a “habilitarse” de todo otro especialista en el pretendido estudio de los fenómenos; y por otra parte, el estudio del espacio geográfico, hasta ahora identificado con el estudio del espacio terrestre, debe diferenciarse en tanto que, si bien el espacio terrestre es por definición espacio geográfico específicamente de la Tierra; la categoría de espacio geográfico, es de un concepto más general, aplicable lo mismo a las propiedades espaciales en una mesa, que a las propiedades espaciales de cualquier otro astro, sea la Luna, sea Marte, o cualquier otro.  Lo que hace del conocimiento geográfico espacista un conocimiento geográfico universal.

 

                                 Por supuesto, algo que está fundamentado científicamente, es susceptible de ser previsto en su ulterior desarrollo, y así podemos visualizar un cierto futuro de la investigación geográfica; y cuando de lo que estamos hablando es del espacio en función del tiempo (del espacio-tiempo), estamos hablando de algo tan extraño (nuevamente que suena a ciencia-ficción), como el encontrar la “ruta de los 90° respecto del espacio tridimensional” y el “paso” al “nuevo mundo” de una cuarta dimensión; de absoluto vértigo, en la que todo está en movimiento visible, y todo puede verse simultáneamente por todos sus lados.  Esa es una dirección del desarrollo lógicamente consistente de la esencialidad geográfica de la exploración en extensión (en el espacio); esa que del Estrecho del Bósforo ha llevado al Ponto Euxino, que tras las Columnas de Hércules ha conducido, en la “ruta del África”, a Las Canarias-Cabo de Buena Esperanza-Taprobana-al mítico Estrecho de Basmás-y a las Molucas; y, en “el viaje al Oriente por la ruta de Occidente”, a América.  En el último medio siglo (desde los años sesenta del siglo XX), ¿a qué pudo haber llevado la secreta investigación de G.N. Katterfeld que con más recursos, técnicos y científicos, nos antecedió con su teoría de la “asimetría causal de rotación”?  Qué se puede saber ya en Rusia al respecto (secretamente), luego de medio siglo de investigación.

 

                                 Un grupo de profesores (prácticamente en su totalidad profesoras egresadas de la Escuela Normal Superior para profesores de educación básica), trabajaron desde los años cincuenta, alrededor del Dr. Jorge A. Vivó, contribuyendo lo mismo al desarrollo de la geografía en México a la altura de las condiciones históricas dadas internacionalmente, que a impregnar la idea de una “geografía empírico-concreta, descriptivista y enciclopedista” propia a las necesidades de la docencia en educación básica, que se proyectó a la formación del geógrafo en estudios superiores.  No obstante, en las limitaciones propias de su formación profesional de origen, nunca consideraron que la ciencia está en permanente movimiento y transformación, exigiendo no pocas veces cambios drásticos en la manera de pensar de sus especialistas; y en vez de entender el proceso de desarrollo y transformación de la geografía en la transición de una contradicción resuelta en lo paulatino de una subsunción* o síntesis del conocimiento viejo en el conocimiento nuevo, vieron en la necesaria transformación un atentado a su orden establecido, y le salieron al paso disponiéndose en una contradicción antagónica en la que, por exclusión, o era lo nuevo, o eran ellas; y en una cerrada cofradía se convirtieron en todo lo contrario de lo que hasta entonces habían sido, envileciendo su historia con toda suerte de trapacerías (nuestro rechazo a la cátedra; la proscripción en la “muerte geográfica”; la apropiación del concepto de espacio con “falsa bandera”, distorsionándolo y rompiendo su dialéctica; el plagio de ideas; el bloqueo editorial a la posibilidad de publicar; y cuando esto fue posible a través del Blog https://espacio-geografico.over-blog.es/, el hackeo y destrucción oscurantista del mismo).  Así, sin entender estos procesos del movimiento de la historia de la ciencia, no comprendieron que se condenaban históricamente, de manera simple, en función del tiempo; todo estaba en que nosotros no muriéramos en el proceso, ni abandonáramos la lucha.  Y en la contradicción antagónica que plantearon, fue cuestión de tiempo el que la parte derrotada históricamente, la de esa “Hermandad Oscurantista”, quedara negada y excluida.

 

                                 En términos de la contradicción histórica principal de la geografía, para nosotros, unilateralmente, la solución a ésta no puede ser sino por subsunción, aún por encima del antagonismo que, por su parte, unilateralmente plateó esa cofradía, que desde 1987, luego de haber contribuido positivamente al desarrollo de la geografía, se convirtió en su contrario obstruyendo ya por poco más de treinta años, el desarrollo científico de esta disciplina de conocimientos.

 

                                 Para quien entiende de historia de la ciencia, no hay vuelta a atrás, el paso a adelante ha sido dado, así sea imperceptible para la mayoría.  Las nuevas generaciones podrán ser negligentes y firmemente controladas por los nuevos cofrades directamente herederos de la anterior mafia; pero esa será ya su responsabilidad histórica, en la que serán protagonistas de la revolución del conocimiento geográfico, o, a su vez, se condenarán históricamente en el conservadurismo idealismo retrógrada.

 

                                 Nosotros cumplimos con nuestra responsabilidad profesional inherente a nuestro momento histórico, por cuya naturaleza fuimos enormemente privilegiados, si bien, no casualmente, pues lograrlo supuso el dominio de los fundamentos filosóficos dialéctico materialistas, con lo cual pudimos hacer una reinterpretación objetiva de la historia de la geografía y rescatar de ella el objeto de estudio y método dado en sus categorías fundamentales.

 

                                 Dimos apertura a la geografía teórica en México, y nos especializamos por necesidad en la parte de la investigación básica o de fundamentación teórica de la geografía, si bien, al final, en la tendencia a su obligada aplicación, esa investigación teórica básica se convirtió en investigación de punta o del desarrollo que dirige el conocimiento geográfico en su forma más avanzada.  Ello ha abierto una geografía científicamente fundamentada, lógicamente consistente con una formalización teórica completa, y toca ahora a los estudiosos de la geografía el desarrollarla.  Ese es ahora el compromiso con su momento histórico, y queda a estas nuevas generaciones de geógrafos el asumir o no esa responsabilidad profesional.

 

                                 Nuestra responsabilidad profesional aquí concluye; a partir de aquí y sobre la base de lo aquí aportado, empieza la responsabilidad de las nuevas generaciones de geógrafos.  No es una “nueva geografía”, es sólo la geografía científica moderna, en consistencia lógica con el desarrollo de esta ciencia sobre la base de los postulados físico-matemáticos de Eratóstenes.

 

 

Bibliografía.

 

Debenham, F-Vázquez Maure, F; Atlas de Nuestro Tiempo; Editorial Selecciones del Reader’s Digest; México, 1964.

Frolov, IT; Diccionario de Filosofía; Editorial Progreso; Moscú, 1984.

Hernández Iriberri, Luis Ignacio; Geografía Básica; Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía sc; México, 1994.

Jimenez Redondo, Manuel; Diccionario de Física; Editorial Rioduero; Madrid, 1976.

Katterfeld, G.N; La Faz de la Tierra y su Origen; Status Publishing House of Geographical Literature; Moskow, 1962; en “National Aeronautic and Space Adminsitraction”; Washington, D.C; 1969.

Konstantinov, F; Fundamentos de Filosofía Marxista-Leninista; Editorial Progreso, 1982.

Kursánov, G; Problemas Fundamentales del Materialismo Dialéctico; Ediciones Palomar; México, 1966.

Rosental MM-Iudin, PF; Diccionario Filosófico; Editorial Pueblos Unidos; Montevideo, 1965.

             Runes Dagoberto D; Diccionario de Filosofía; Editorial Grijalbo; México, 1981.

 

 


*        Subsunción, concepto de la lógica formal por el cual el sujeto en el silogismo, queda contenido en toda su extensión en el predicado:

 

         <<Todos los fenómenos son objeto de estudio de la geografía>>

         <<El espacio en sus diversos estados, está constituido por todos los fenómenos>>

         __________________________________________________________________________

         Luego entonces, <<el espacio en sus diversos estados, es objeto de estudio de la geografía>>

 

         La primer premisa es el antecedente estraboniano en el error lógico de sustitución de tesis.

         La segunda premisa es la tesis que afirmamos en la consistencia lógica con Eratóstenes.

         En ellas, el sujeto (“todos los fenómenos”), queda contenido enteramente en el predicado de la segunda premisa, y se sintetiza en un nuevo conocimiento.

         Lo que se hizo por esta cofradía de profesoras, y con “falsa bandera”, fue antagonizar las propuestas y hacer prevalecer una con exclusión de la otra, con un argumento político.  Hoy, así como a Estrabón le demostramos el error lógico de suplantación de tesis, a esta “Hermandad Oscurantista” la relegamos en la historia (porque esa fue su propia decisión al hacer de la contradicción una contradicción antagónica).